El hombre de 48 años que se quitó la vida luego de asesinar a fierrazos a su pareja delante de su hijo de 7 años, contaba con un pasado repleto de antecedentes de violencia de género. Otro de los casos policiales más impactantes de la jornada.
Según trascendió en las últimas horas tras el femicidio de Claudia Leguiza, ocurrido en la localidad bonaerense de Junín el viernes pasado, el acusado, identificado como Walter Urbieta, había sido denunciado anteriormente, e incluso tenía vigente una restricción perimetral que le prohibía acercarse a la víctima.
Sin embargo, hace unos días, ambos acudieron al juzgado de familia para pedir el levantamiento de la medida, "con la intención de reanudar la convivencia”, explicaron fuentes judiciales a la prensa.
A raíz de la oposición de los hijos mayores de la pareja, el Juzgado de Familia rechazó la solicitud por los riesgos de volver a convivir. A pesar de ello, Leguiza, de 47, accedió a retomar la relación con Urbieta.
El hombre había logrado huir de la escena del crimen, pero luego fue encontrado muerto: para los investigadores se trató de un suicidio.
Las autoridades del caso estiman que el femicidio fue el resultado de una violenta discusión entre el acusado y su exmujer y se dio frente al hijo de ambos de siete años. El acusado, que era conductor de transporte público del club Sarmiento, golpeó salvajemente a la víctima con un hierro a la mujer (madre de siete hijos) y escapó.
Lo hizo a bordo de una motocicleta de 110 c.c. de cilindrda, donde llevó consigo a uno de los pequeños hijos, al que dejó al cuidado de una hermana del niño (una chica de 16 años), para luego huir, con rumbo desconocido. Horas más tarde, fue encontrado sin vida cerca de la ruta 65.
Tras la autopsia del cuerpo de la víctima, se identificaron huellas de lucha, lo que confirma que la mujer intentó defenderse en un enfrentamiento antes de encontrar la muerte.
Fuente: cronica.com.ar