
En la marcha de los jubilados del 12 de marzo, no hubo detenidos con armas, como intentó instalar la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la conferencia de prensa del día después, pero sí hubo al menos un efectivo con uniforme de la Policía Federal (PFA), que fue filmado en el momento en que dejaba caer y pateaba un arma sobre el pasto, en la Plaza de los Dos Congresos. ¿Estaba plantando una pistola? Quedó la duda. Ahora en una nueva tanda de medidas de prueba la jueza María Servini le pidió a esa fuerza que le informe si elaboró algún sumario interno sobre esta situación más que llamativa, que busca dilucidar. También quiere identificar a los policías que detuvieron a dos menores de edad en Plaza de Mayo, denunciados por un jueza porteña. A la Policía de la Ciudad le preguntó si abrió una investigación interna "en relación al camión hidrante desde el cual provendrían provocaciones a los manifestantes 'Vengan zurdos...vengan zurdos'".
Policía Federal
Entre las medias ordenadas esta semana, hay dos hechos en particular que podrían implicar responsabilidades de la PFA, que también es investigada ya en relación a la agresión a Blanco. La imagen del policía, sobre la plaza, frente al cine Gaumont, dejando caer y patear un arma, que podría ser reglamentaria, quedó registrada por las cámaras de C5N. A esa señal de noticias la jueza le pidió las imágenes, de alrededor de las 17.30, cuando aparece esa escena. Todo indica que más tarde la levantó otro policía. Pero en ese momento quedaba la sensación de que podía ser una provocación para que alguien tomara la pistola y generara algún desastre. La fuerza tendrá que informar, por lo pronto, si investigó ese hecho.
La ministra un día después dijo en conferencia de prensa "tenemos detenidos con armas de fuego". En la movilización no hubo detenidos con armas. Solo hubo tres arrestos en Retiro, y una de las personas tenía un arma tipo tumbera, pero pese a los esfuerzos de la cartera de Seguridad de vincularlos entre sí y con la marcha de los jubilados, no se demostró al menos hasta el momento que esa relación existiera. Es más, nadie informó eso al momento de la aprehensión. El nexo intentó introducirlo en la causa un policía federal que apareció dos días después en el expediente sin que nadie lo hubiera convocado. Según su relato, uno de los hombres que bajó en la estación y vive en la villa enfrente, el dijo "jefe voy con mis compañeros a la marcha". Otros dos policías declararon y no dijeron nada similar. La jueza Karina Andrade rechazó que quedaran con prisión preventiva y la Cámara confirmó su decisión. Ahora está en discusión si se analizarán sus celulares. La magistrada dijo que no, la fiscalía reclama.
Otro episodio por el que se investiga a la PFA es la inexplicable detención de dos chicos, de 12 y 14 años, que habían salido del colegio a la tarde cerca de Plaza de Mayo y fueron detenidos, demorados en la calle con sus muñecas inmovilizadas con precintos como suelen ponerles a los manifestantes, sin permiso para comunicarse con familiares. Los menores buscaban algún transporte para volver a sus casa ya que los cortes no les permitían hacer los recorridos habituales. Intervino una jueza penal juvenil, Laura de Marinis, quien sobreseyó a los adolescentes y denunció el procedimiento policial ilegal que, además, la PFA informó recién a las 20.47. Servini quiere saber qué medidas tomó la fuerza respecto de este episodio.
Policía de la Ciudad
Una escena que se viralizó y que la jueza también buscar verificar, es la de un camión hidrante de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que fue filmado, desde el cual saldría una voz amplificada que parecía provocar con un grito quienes participaban de la protestas: "Vengan zurdos...vengan zurdos". Además de preguntar a la fuerza porteña si elaboró algún sumario administrativo por esa situación, preguntó a la fiscalía de Flagrancia Este "si se ha formado legajo alguno en relación a la responsabilidad de agentes de la Policía de la Ciudad en la marcha acaecida el día 12 de marzo de 2025 en la comisión de algún delito de su competencia" y en ese caso que brinde precisiones.
Más datos
De acuerdo a algunas de las primeras presentaciones que había hecho el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que ahora participa de la querella de Grillo, Servini pidió a la División Individualización Criminal de la Policía Federal que identifique a una persona que fue fotografiada con el torso lleno de impactos de balas de goma. La lógica sería que se le tome declaración testimonial.
A la jueza Andrade, que fue quien resolvió liberar a todos los detenidos de aquella noche ya que no había actuaciones policiales que dieran cuenta de las razones por las que eran acusadas ni dónde estaban alojadas, Servini le solicitó que le informe cuál es la situación de esas actuaciones.
Hubo, es conocido, 116 detenidos/as, y la fiscalía que interviene avanza con imputaciones basadas en relatos policiales --como se suelen justificar la represión y los arrestos en las marchas-- entregados con posterioridad que hablan de repetidos casos de personas a las que se les adjudica haber tirado piedras, o agredir a policías u prender fuego tachos de basura. Las clásicas descripciones que luego puede llevar meses corroborar. En la Ciudad, se los puede imputar, y después verificar pruebas. También le consulta por la causa sobre el daño al patrullero, por el que hay una persona que fue condenada en un juicio abreviado, y cumple una pena de prisión de un año y cinco meses y otra que apeló, que está con prisión preventiva, y cuya defensa cuestiona la presencia sospechosa del patrullero con las puertas abiertas a dos cuadras del Congreso.
Lo que queda claro con las medidas que se están tomando, y los elementos incorporados en estos últimos días (como los reglamentos de Gendarmería que evidencian reconocen que las pistos lanzagases, como la que se le disparó a Grillo, pueden matar) es el abanico de anomalías que hicieron del procedimiento que debería ser de seguridad, un operativo violento y abusivo.
Con información de Página 12