Un luctuoso episodio ocurrió durante el mediodía de ayer en el barrio Nueva Esperanza, donde un joven de 25 años y su pequeño hijo de tan solo cuatro años de edad fallecieron a causa de una presunta inhalación de monóxido de carbono. El hecho tuvo lugar en una vivienda de la calle José Alonso al 1700 del mencionado sector barrial y recibió el diagnóstico de "muerte dudosa", por lo que está siendo investigado por el Equipo Fiscal 1 de Sáenz Peña, a cargo de César Luis Collado.
Según el informe policial, personal de la comisaría acudió al lugar tras una alerta y constató que dentro del inmueble se encontraba el cuerpo sin vida del vecino identificado como Carlos Santos Gauna de 25 años. Se detalló además que la expareja del joven, Fernanda Érica Villalba, de 21 años, había trasladado a su pequeño hijo Y.M.G. de 4 años en un vehículo particular hasta el hospital local, pero lamentablemente el menor ingresó ya sin signos vitales, según lo confirmó el médico de turno, Augusto Alcaraz.
De manera preliminar se manejó la versión de que ambas muertes habrían sido causadas por inhalación de monóxido de carbono, aunque dicha hipótesis será confirmada o descartada por las valoraciones forenses correspondientes. Al respecto se ordenó la intervención de personal de la División Criminalística y Medicina Legal de Sáenz Peña para realizar los peritajes en la vivienda y determinar con precisión las causas del trágico desenlace.
Por lo cual, la realización de las autopsias de las dos víctimas serán claves para lograr sacar a luz las causas del trágico desenlace del joven y de su hijo.
Fuentes de la investigación infieren que el hombre dejó el brasero encendido por el frío que se registró en la noche del jueves y madrugada de ayer, y en esas condiciones fueron Gauna y su nene a dormir, y sufrieron luego la letal intoxicación por la presencia de gases de combustión tras la quema de carbón y otros elementos de combustión.
