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El País Nacionales

Carta abierta de los curas por el policía que golpeó a una jubilada

"No sé su nombre, ni su rango, ni el cuerpo al que pertenece, porque cuando agredió con un bastón a la señora y ella cayó como muerta contra el piso, usted se escondió cobardemente entre sus compañeros", se lee en el texto.

Carta Abierta a un policía que golpea a una jubilada

Señor policía:

No sé su nombre, ni su rango, ni el cuerpo al que pertenece, porque cuando golpeó con un bastón a la señora y ella cayó como muerta contra el piso en la vereda, usted se escondió cobardemente entre sus compañeros. Y sus compañeros, tan cobardes como usted, miraron para otro lado, nadie la auxilió, nadie se acercó. Como tampoco nadie lleva la identificación del nombre, el rango, nada, como deberían hacerlo.

Cuando éramos niños nos decían que si algo raro pasa: “acercate a un policía”. Cuando íbamos a la escuela nos enseñaban que hay varias profesiones de servicio, entre ellas la de policía. Pero hoy hemos visto otra cosa, vimos hombres y mujeres que desprecian la vida de otras personas, jóvenes y mayores y, vistiendo uniforme o campera con una sigla son capaces de golpear y mirar para otro lado. Hoy, lamentablemente, ya no se puede recomendar eso a un niño, ya no se puede enseñar lo que se enseñaba antaño.

Pero hablemos de usted, que con saña y desprecio golpeó a una mujer de más de ochenta años. No sé cuál es su relación con su madre, su abuela, sus hermanas o sus maestras. No sé si las tuvo, si las tiene, o si tiene una hija. Y tampoco sé con qué cara la mirará mañana si se sienta a compartir la mesa con alguna de ellas. Sin embargo, creo que no es necesario tener cercanía con mujeres para darse cuenta que golpear a una mujer mayor de la manera que usted lo hizo, y con la estatura que tiene, pondría en peligro la vida de la abuela.

¿Sabe usted el enojo que su actitud causó en muchas personas? Nadie entiende su actitud, nadie acepta tampoco su cobardía, mucho menos entendemos cómo dormirá esta noche. Si usted puede dormir, debería pensar si tiene conciencia verdaderamente.

Probablemente los medios afines al gobierno nunca muestren su accionar, y sus jefes no lo llamen al orden por esa actitud. Pero la filmación no se borrará nunca de quienes hemos visto el video, el golpe no se borrará de la memoria de esa mujer, y repito, si usted tiene algo de conciencia ese recuerdo lo acompañará por el resto de su vida. Pero lo dudo, lo dudo mucho.

Ojalá mañana, o algún día, se anime a pedir perdón, podría hacerle mucho bien a toda la sociedad. Pero sobre todo, ojalá se anime a respetar a los jubilados y las jubiladas, a quienes se animen a protestar por lo que viven como injusticia, a las mujeres a quienes su gobierno les niega hasta lo que la ley llama violencia de género.

Pbro. Roberto (Tino) Ferrari

Miembro del grupo Curas OPP

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