La bodega en cuestión es Catena Zapata, un viñedo tradicional fundado en 1902 por Nicola Catena, un inmigrante italiano. Desde sus inicios, Catena Zapata ha sido un defensor de la uva Malbec, incluso cuando su popularidad estaba en declive en Burdeos. Hoy en día, la bodega se destaca como un centro de estudio vitícola detallado, con viñedos considerados los Grand Crus de Argentina.
Nicolás Catena, nieto de Nicola, es uno de los enólogos más reconocidos a nivel mundial y ha elevado la vinificación argentina a niveles extraordinarios. Actualmente, la finca está bajo la dirección de su hija Laura, quien ha creado el Catena Institute of Wine. A través de este instituto, Laura ha desarrollado el código de sostenibilidad de Argentina y ha colaborado con las mejores universidades del mundo para maximizar el potencial de los viñedos y ayudar a los vinos argentinos a alcanzar su máximo esplendor.
Según el ranking, "uno no puede conocer realmente el Malbec argentino hasta que haya probado Catena Zapata". Gracias a las altitudes más altas de sus viñedos, los vinos de Catena Zapata se caracterizan por ser florales, elegantes y sorprendentemente claros en color. Además del Malbec, la bodega produce excelentes vinos Cabernet Sauvignon, Chardonnay y una selección de variedades autóctonas, algunas de ellas en estilo natural.
La Dra. Laura Catena, reconocida a nivel mundial por su trabajo como médica de emergencias en San Francisco y como embajadora del vino argentino, colabora estrechamente con el enólogo principal Alejandro Vigil para crear expresiones puras de los terruños familiares, incluso en las parcelas más pequeñas.
Este reconocimiento internacional destaca la calidad y excelencia de los vinos producidos en Argentina, en particular los de la bodega Catena Zapata, que se han ganado un lugar destacado en la escena vitivinícola mundial.