El PM Israelí, Biniamin Netanyahu, solicitó a los miembros del gabinete nacional que asistan esta noche a una reunión para discutir la aceptación de las condiciones que exige Hamas para devolver secuestrados: 50-60 israelíes, 5 días alto el fuego con posibilidad de extensión hasta alcanzar esa cifra, 150 presos palestinos mujeres y menores entre 16 y 18 años (incluyendo a los que participaron en hechos de sangre). En caso que se liberen más rehenes del número convenido, Israel prolongará el alto el fuego luego del acuerdo.
Al respecto, el Presidente Biden opinó que está próximo un acuerdo para la liberación de “algunos” secuestrados. Hamas ya presentó sus exigencias, Qatar las avaló y sólo queda esperar la decisión de Israel teniendo en cuenta que Hamas se reserva el derecho a cambiar esas condiciones sobre la marcha en cualquier momento.
No hay todavía cerrado acuerdo por ningún número.
Durante toda la jornada de ayer se estuvo hablando que el acuerdo estaba firmado y que quien lo rubricaba era Ismail Haniyeh. Al respecto, fuentes palestinas nos dijeron que “Haniyeh no fija nada, somos nosotros (Muhammad Deif, Marwuan Issa, Ihyia Sinwar) en el campo del combate los que determinamos qué se hará”.
Sus subalternos, los Comandantes de Campo, dicen que “unas brigadas son fuertes y siguen combatiendo”. En tanto, que políticos de Hamas piden un alto el fuego mostrando su descontento con la dirigencia, “maldito Sinwar se están peleando por honor”.
J. Kirby, Secretario de Prensa de Biden: "Esta palabra, genocidio, está siendo utilizada de una manera bastante inapropiada. Lo que Hamás quiere es genocidio. Israel no está tratando de borrar al pueblo palestino del mapa, Israel no está tratando de borrar a Gaza el mapa. Israel está tratando de defenderse de una amenaza terrorista genocida. Entonces, si vamos a empezar a usar esa palabra (genocidio), está bien; pero usémosla apropiadamente".
Dos ciudadanos arabe-israelies fueron detenidos por identificarse con una organización terrorista Islámica que promueve la Jihad global y acusados de intentar llevar a cabo actividades terroristas en Israel y en el extranjero. Se trata de un residente de Kalansawa y otro de la ciudad Central de Jaffo y ambos se estaban preparando para viajar a Siria a fin de recibir entrenamiento militar.
Dos periodistas que trabajaban para el canal de televisión Al-Mayadeen pro-Hezbollah con sede en el Líbano y cuatro militantes de Hezbollah murieron el martes por un ataque con cohete israelí en el Líbano cerca de la frontera. Los periodistas se desplazaban en un auto al momento del ataque, informó la agencia estatal de noticias libanesa. Hezbollah respondió al ataque disparando misiles antitanque contra vehículos militares israelíes.
