Corea del Norte afirmó ayer que probó con éxito su nuevo misil balístico intercontinental, supuestamente de combustible sólido, dijeron los medios oficiales del país, después de que días atrás el gobierno amenazara con abatir aviones de espionaje estadounidenses.
La agencia de prensa oficial KCNA detalló que el Hwasong-18, un nuevo proyectil de combustible sólido que había sido probado en abril, recorrió 1.001 kilómetros alcanzando una altura máxima de 6.648 kilómetros antes de caer al mar del Japón.
El tiempo de vuelo de unos 70 minutos fue similar al de otros disparos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) practicados por Corea del Norte, apuntaron expertos citados por la agencia AFP.
El lanzamiento, supervisado por el líder norcoreano Kim Jong Un, fue una "gran explosión" que sacudió "a todo el planeta", afirmó KCNA.
La agencia también aseguró que Kim prometió una "serie de ofensivas militares más fuertes" hasta que Estados Unidos y Corea del Sur cambien sus políticas.
El Ejército de Corea del Sur había advertido hoy sobre el disparo del misil norcoreano.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en uno de sus peores momentos, sin contactos diplomáticos y con un aumento de los ensayos armamentísticos del Norte, después de que Kim pidiera desarrollar más su arsenal nuclear.
Estados Unidos y Corea del Sur, por su parte, han incrementado sus maniobras militares conjuntas en la zona y prometido acabar con el régimen norcoreano si hiciera uso de sus armas nucleares.
Corea del Norte se encuentra técnicamente en guerra con Estados Unidos y Corea del Sur desde que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó con un armisticio y no con un tratado de paz.
Corea del Norte desarrolló y probó armas atómicas -algo que es ilegal- desde la década de 2000 con el argumento de que las necesita para disuadir una eventual invasión de Estados Unidos, que tiene 28.500 soldados en Corea del Sur.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano dijo en un comunicado que detectó el lanzamiento de un misil balístico al parecer de largo alcance sobre las 10 desde la zona de Pyongyang, la capital de Corea del Norte.
Corea del Norte empleó en varias ocasiones estos lanzamientos con una trayectoria más vertical para evitar que el proyectil cruce el espacio aéreo de países vecinos.
El comando militar de Corea del Sur calificó al disparo de "grave provocación que lastima la paz y la seguridad en la península" consideró que viola las sanciones de la ONU contra Pyongyang.
También Washington condenó la prueba.
"Este lanzamiento es una violación descarada de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, eleva innecesariamente las tensiones y amenaza con desestabilizar la situación de seguridad en la región", alertó en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Adam Hodge.
La última vez que el país comunista disparó uno de sus misiles balísticos intercontinentales (ICMB, por sus siglas en inglés) había sido en abril.
Hace dos días, Corea del Norte acusó a Estados Unidos de violar su espacio aéreo con aviones de espionaje y condenó sus planes de desplegar misiles nucleares submarinos cerca de la península.
Un portavoz del Ministerio de Defensa Nacional norcoreano aseguró que Estados Unidos había intensificado las actividades de espionaje más allá de los niveles propios de tiempos de guerra y eso podría provocar mayores incidentes.
El disparo coincide con la asistencia del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, a la cumbre de la OTAN esta semana en Lituania, en la que busca reforzar la cooperación con la alianza frente a la amenaza militar norcoreana, dijo la oficina presidencial en Seúl.
