Un indignante episodio sacudió a toda la comunidad militar de Barcelona cuando se descubrió que un cuartel ubicado en El Bruc, algunos efectivos habían "sorteado" a una trabajadora sexual entre todos los compañeros que aportaron dinero en efectivo para comprar el "numerito".
Cuando el Ejército denunció esta gravísima irregularidad, los acusados se defendieron alegando que lo habían hecho para "recaudar fondos", con la mirada puesta en organizar una fiesta de fin de año para todos los que sirven en tal dependencia.
Según las investigaciones encabezadas por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el "sorteo" fue organizado desde el 22 de noviembre por dos soldados, un cabo y un sargento, quienes se valieron de fotos de la mujer para difundirlas por un grupo de Whatsapp con la consigna, e incluso llegaron a colgar un cartel en la puerta del cuartel.
Para "participar", los interesados debían abonar la cantidad de 25 euros si es que tenían pensado en asistir a la fiesta que se buscaba financiar. En caso contrario, por la módica suma de 3 euros ya estabas incluido en la rifa.
Afortunadamente, fueron varios los miembros de la tropa que estuvieron en contra de esta práctica y la denunciaron, destapando así todo el incidente y llevando el caso hasta la Justicia, que actuó con rapidez.
