La pasión por Huracán no conoce de distancias ni de horarios. Así lo demostraron Héctor y Lautaro, un padre y su hijo que viajaron más de 13 horas desde Buenos Aires para alentar al Globo en la final que se jugará en el estadio Madre de Ciudades.
“Felices de haber llegado sanos y salvos a conocer una parte más de la patria. Bello es Santiago, la tierra de la chacarera y las empanadas”, expresó emocionado Héctor, quien se mostró agradecido por la experiencia y la posibilidad de conocer una provincia nueva. “Estamos muy expectantes de poder cumplir el sueño de dar vueltas en el Madre”, agregó.
Lautaro, por su parte, compartió el entusiasmo: “Fue un viaje bastante largo. Salimos a la 1:30 de la madrugada y después de varios termos de mate, acá estamos. Es la primera vez que vengo a Santiago y estoy feliz de hacerlo con mi viejo. Huracán es lo que nos une”.
Pero esta travesía familiar tiene un pilar silencioso que hizo todo posible: Liliana, esposa de Héctor y madre de Lautaro. “Ella fue clave para que pudiéramos vivir este sueño”, reconoció el hincha, conmovido.
La historia de Héctor y Lautaro es una entre muchas que muestran cómo el fútbol es más que un deporte: es familia, emoción y una excusa perfecta para compartir momentos inolvidables.