Con la victoria ante Perú en las Eliminatorias Sudamericanas, la Selección Argentina cerró el sexto año bajo la conducción de Lionel Scaloni, consolidándose como una de las etapas más gloriosas en la historia del fútbol nacional. Los números y logros del ciclo son impactantes, marcados por títulos, récords y un rendimiento que sigue asombrando al mundo.
Un palmarés inigualable
Desde su llegada en 2018, Scaloni ha llevado al equipo a conquistar todos los trofeos que disputó:
Bicampeonato de América (2021 y 2022): Un regreso triunfal al podio continental tras 28 años.
Campeón de la Finalissima (2022): Un contundente triunfo ante Italia, campeona de Europa, en un duelo de campeones.
Campeón del mundo (2022): La consagración máxima en Qatar, coronando una campaña histórica liderada por Lionel Messi.
Números que asombran
Los datos del ciclo de Scaloni reflejan el dominio absoluto de la Selección:
80% de victorias: Ganó 66 de los 83 partidos disputados.
48 vallas invictas: Un sólido trabajo defensivo que mantuvo a raya a los rivales.
158 goles anotados: Una ofensiva temible y efectiva.
Solo 4 derrotas en los últimos 5 años: Una regularidad que ningún otro equipo puede igualar.
Invicto más largo de la historia de AFA: 36 partidos sin perder entre 2019 y 2022.
Liderazgo global
La Selección no solo domina en el campo de juego, sino también en el plano internacional:
1º en el Ranking FIFA: Una posición de privilegio que refleja el respeto global por el equipo.
Invicto ante selecciones UEFA: Con 4 victorias y 3 empates, ha demostrado su capacidad frente a las potencias europeas.
Un futuro brillante
Además de ser el vigente campeón del mundo, Argentina lidera las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, con un desempeño que mantiene intacta la ilusión de los hinchas.
Lionel Scaloni y su cuerpo técnico han construido no solo un equipo exitoso, sino un modelo de juego y de gestión que ha elevado a la Selección a un nivel histórico. Cada partido, cada logro y cada récord siguen consolidando a esta generación como una de las mejores que ha vestido la celeste y blanca.
La era Scaloni no solo es motivo de orgullo, sino también de esperanza: el sueño de seguir haciendo historia está más vivo que nunca.
