El mundo del deporte se estremeció el 8 de enero de 1995 con la noticia de la muerte de Carlos Monzón, uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos. Su trágico final dejó un vacío en el mundo del boxeo y en la sociedad argentina en general. A pesar de que han pasado más de 25 años desde su fallecimiento, su muerte sigue siendo un tema de interés para muchos. ¿Cómo murió realmente Carlos Monzón?
Monzón nació en la ciudad de San Javier, provincia de Santa Fe, en 1942. Desde muy joven se interesó por el boxeo y comenzó a entrenar para convertirse en uno de los mejores púgiles de Argentina.
A lo largo de su carrera, Monzón acumuló un récord impresionante de 87 victorias (59 por nocaut), 3 derrotas y 9 empates. Además, se convirtió en el primer campeón mundial de peso medio de Argentina en 1970 y defendió su título en 14 ocasiones.
Sin embargo, la vida personal de Monzón estuvo plagada de polémicas y escándalos.
En 1988, fue condenado por el asesinato de su esposa, Alicia Muñiz, y pasó varios años en prisión. Tras su liberación en 1995, Monzón intentó retomar su carrera en el mundo del espectáculo, pero su destino estaba marcado.
El 8 de enero de ese mismo año, Monzón se encontraba en su país natal. Ese día, el exboxeador conducía su automóvil cuando, por causas que aún se desconocen, perdió el control del vehículo y se estrelló contra un árbol en la localidad de Santa Rosa de Calchines.
El accidente resultó en la muerte de Monzón. La noticia conmocionó a toda Argentina y al mundo del boxeo, que lamentó la pérdida de uno de sus más grandes exponentes.
Pero, ¿qué causó realmente la muerte de Carlos Monzón?
A pesar de las especulaciones, el informe oficial de la autopsia reveló que Monzón murió a causa de un traumatismo de cráneo severo, producto del impacto del accidente.
Además, se descubrió que el exboxeador estaba bajo los efectos del alcohol y de la cocaína en el momento del choque. La muerte de Carlos Monzón sigue siendo un tema de debate y controversia, ya que muchos creen que su trágico final podría haberse evitado si hubiera recibido la ayuda y el apoyo necesarios en su lucha contra sus adicciones.
A pesar de su polémica vida, su legado como uno de los mejores boxeadores de la historia sigue vivo y su muerte sigue siendo una triste historia que nos recuerda la importancia de cuidar y apoyar a aquellos que luchan contra sus demonios internos.
En resumen, la muerte de Carlos Monzón sigue siendo un misterio, pero lo que es indudable es que su legado en el mundo del deporte y su impacto en la sociedad argentina perdurarán por siempre. Descanse en paz, Campeón.
