Fundado en 1936, el Club de Cazadores de Santiago del Estero se ha consolidado como una entidad social y deportiva emblemática en la comunidad. A lo largo de sus más de ocho décadas de historia, ha logrado integrar a cuatro generaciones de aficionados al tiro al vuelo, convirtiéndose en un espacio fundamental para la práctica de este deporte.
Diego LindowEn una entrevista exclusiva, Rodolfo “Rody” Lindow, de 77 años y descendiente de una de las familias más representativas del club, compartió sus experiencias y recuerdos que dan vida a esta institución. Hijo de Rodolfo Lindow, quien falleció en 2017, Rody comenzó su andanza en el tiro desde muy joven: “Esto es una pasión. Empecé a tirar con escopetas a los ocho años, en un campito de mi tío, pero fue más por travesura de niño. A los 13 años, mi padre me llevó al club de cazadores y ahí empezó otra historia”, recuerda emocionado.
Ricardo Lo Bruno actual presidente de la instituciónLa conexión emocional que tiene con el club es palpable en sus palabras. “Para mí fue como cumplir un sueño. Me transmitieron la pasión por el tiro al vuelo y las diferentes caserías que hacemos”, afirma Lindow. Su trayectoria competitiva comenzó a los 15 años, cuando ganó su primer torneo en Tucumán en 1963, y desde entonces se ha consagrado como un campeonísimo, ganando “cientos de torneos y campeonatos”.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue el Campeonato Argentino de Tiro al Vuelo de 1972, donde se enfrentó a 323 tiradores de todo el país en Córdoba. “El segundo campeonato argentino lo gané en 1996, en nuestro querido Club de Cazadores, y recuerdo que mi hijo Diego me levantó en ese momento. Esa imagen quedó grabada en una foto de Nuevo Diario”, compartió con nostalgia.
Diego Lindow (1), Sebastián González (2) y Alberto Mdalel (3)Respecto al crecimiento del club, Rody celebra la modernización y expansión de las instalaciones. “El club ha crecido enormemente, y tuvimos que cambiar la ubicación de las pedanas. Ahora al primer sector, lo llamamos la parte vieja. Cada domingo voy a ese sector, me siento y mi mente vuela a mi infancia, a mis primeros pasos y maestros. Es un momento único”, confesó.
El Club de Cazadores tuvo al Dr. Faustino Herrera como su primer presidente. Herrera donó el terreno donde hoy se ubica la entidad, situada en la nueva costanera norte, pegada al predio del club de golf. Otros socios fundadores, como Terencio Morini, Cirilo Arzuaga, Roberto Palau, y Antonio Mdalel, también fueron pilares en los inicios de la institución. A partir del logro de Benigno Fragua, quien trajo la primera copa de tiro al vuelo desde un campeonato en Helsinki, se dio el impulso necesario para fundar el club.
El futuro de la instituciónUna de las particularidades del Club de Cazadores es que ha logrado mantener vivas varias familias a lo largo de las generaciones. Entre ellas, la familia Lindow y los Abdala, que han llegado a la cuarta generación. Asimismo, la familia del fallecido bonifacio González está representada por su nieto Sebastián, mostrando cómo la tradición del tiro al vuelo sigue viva en Santiago del Estero.
El Club de Cazadores no solo es un espacio de competencia, sino un refugio donde la historia y la pasión por el tiro al vuelo se entrelazan, forjando lazos familiares y comunitarios que perduran con el tiempo.