Central Córdoba alcanzó un meritorio empate en Mendoza ante Godoy Cruz, uno a uno, en un partido en el que jugó más de una hora con un jugador menos por la expulsión de Lucas Abascia. El partido, disputado en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, con el arbitraje de Darío Herrera, cerró la decimotercera fecha de la Liga Profesional.
Gonzalo Abrego, con un perfecto tiro libre, abrió la cuenta para el “tomba”; en tanto que el debutante paraguayo José Florentín (de buen partido), anotó el empate “ferroviario”.
El punto mantiene a Central último en el campeonato y en la tabla Anual, pero reconforta por la manera que lo consiguió, jugando bien, incluso con un hombre menos.
El partido
Mejor arranque del “ferroviario”, que estuvo bien parado en la cancha, se mostró muy confiado y preciso en el manejo de la pelota y fue el que mejores acciones generó en los primeros diez minutos de juego. Godoy Cruz no podía hacerse de la pelota y cuando la tenía, la perdía rápido por la buena presión del equipo de Omar De Felippe.
Un remate de Matías Godoy, que fue desviado por un defensor, fue un llamado de atención para los locales. Pasado los primeros 20 minutos, el “tomba” emparejó las acciones, aunque sin demasiada claridad para llegar al arco rival.
Un disparo desde unos 28 metros de Vicente Poggi exigió una buena atajada abajo de Luis Ingolotti (la sacó correctamente hacia un costado), en lo que fue la acción más peligrosa del local en ese lapso de juego.
Sobre los 25 minutos llegó el baldazo de agua fría para Central. En salida, Barrios quiso combinar atrás con Abascia, pero el pase no fue preciso y el zaguero debió retroceder varios metros para intentar hacerse con el balón; Salomón Rodríguez, que estaba a la “pesca” por ahí, aprovechó la situación y se fue contra el arco de Ingolotti. En su afán por enmendar el error de su compañero, Abascia lo tocó sin querer de atrás. Falta en la puerta del área y tarjeta roja para el defensor “ferroviario”. Para colmo de males, de esa falta, Gonzalo Abrego metió un chanfle perfecto que se clavó en el ángulo de Ingolotti, que quedó hecho estatua, para la foto. Golazo. Uno a cero para Godoy Cruz.
El gol en contra sufrido ni la expulsión cambiaron los planes del visitante, que siguió intentando hacer su juego. Por contrapartida, el 1-0 y la ventaja numérica le dio al “tomba” tranquilidad, aunque su buen fútbol siguió ausente.
En el complemento, De Felippe le hizo pagar ese grosero error a Barrios. Por él ingresó Iván Pillud. El trámite del partido no varió. Central, en inferioridad numérica que nunca se notó, buscó la igualdad con sus armas y Godoy Cruz intentaba hacer lo suyo pero no encontró la manera de inquietar a Ingolotti. Pasados los 20 minutos, cuando Central había insinuado que podía complicarle la tarde-noche al local, De Felippe mandó a la cancha a Luis Angulo y al debutante Manuel Palavecino, un chico de la Reserva del “ferro”. Con la velocidad del colombiano, fue otra historia para Central. Precisamente, Angulo, tuvo el empate un ratito después de haber ingresado, tras una buena cesión de Varaldo, pero su remate final se fue apenas desviado. Fue un aviso. Y sobre los 27 minutos, otra corrida de Angulo por izquierda, centro atrás, el balón que se le escapó de las manos al golero Petroli, Varaldo no pudo anotar en el rebote, pero sí puso habilitar al paraguayo José Florentín, otro debutante, que de derecha le pegó alto para anotar el merecido uno a uno.
De ahí en más, Central se dedicó a cuidar el punto que tanto le costó conseguir. El “tomba” tuvo una sola llegada con un fuerte cabezazo de Mendoza que por suerte fue a parar a la ubicación donde estaba parado Ingolotti. Fue en una de las tantas pelotas paradas que el local lanzó al área.
Así se terminó el partido. Justo uno a uno. Un punto que suma para Central, que jugó más de un tiempo y medio con un hombre de menos por la expulsión de Abascia y aún así, nunca bajó los brazos y alcanzó la igualdad.
