“La verdad que estaba convencido que este año se podía llegar. Gracias a Dios pude ganar el mundial en lo individual y con la Selección Argentina fuimos medalla de bronce como equipo”, fueron las primeras expresiones de Matías Ríos Olivero, doble campeón mundial de Taekwon-Do en las especialidades de Tul y Lucha, en diálogo exclusivo con Nuevo Diario, único medio en el Aeropuerto local.
Hoy hubo un importante grupo de amigos Taekwondistas y familiares que se dieron cita a la llegada del campeón.
Matías Ríos Olivero viene de ganar el mundial de Taekwon-Do que finalizó el domingo y que se desarrolló en la ciudad de Astana, capital de Kazakhstan.
En ambas finales el bandeño llegó a la final para enfretarse ante el representante de Rusia, tal es el caso del fuerte Kim Dmitry, que fue en los papales previos el gran favorito para ganar el oro en lucha. Es por eso que el triunfo Ríos Olivero fue considerado histórico.
El podio final de la categoría hasta 71 kg, quedó de esta manera. Campeón Matías Ríos Olivero (Argentina); Subcampeón; Kim Dmitry (Rusia), 3) Tursumbaev (Kazakhstan).
¿Fueron difíciles las dos finales, ante un rival ruso?
-Este fue el mundial más díficil que me tocó combatir. ya que estuvieron presentes los mejores taekwondistas del mundo, incluida toda Europa. Pero gracias a Dios se me dio ganar en tul y combate. Fue un monento muy emotivo desde todo punto de vista.
¿Qué pasó por tu mente al momento de ganar la final?
-De todo. Recordaba todo el esfuerzo, el sacrificio de lo que es preparase en lo físico y en lo técnico. Levanatarme a la madruga para hacer el footing, lo físico y por la tarde en la parte técnica. A esto se agrega el festejo familiar, como mi esposa (Florencia Chaud, Sabonim), mis hijas (Delfina 4 años y Estrella de 2 años). Por suerte ya estamos en casa, tras veinticinco horas de viajes, y solo queda disfrutar.
¿Cuantas competencias llevas de nivel mundial?
-Este fue mi noveno mundial, pero el quinto en competencias, los otros fueron como coach (entrenador).
Al final el campeón agradeció “Mi viejo (Osvaldo Ríos Olivero), a mi hermano Facundo, que es uno de los maestros. Mi esposa Florencia (Chaud) y todos los compañeros del Taekwondo, que de una u otra manera nos acompañan en esto”.
