Sebastián Villa se presentó durante la madrugada del miércoles en el Aeropuerto de Ezeiza. Encapuchado y con una gorra, tratando de pasar desapercibido.
Después de su condena por violencia de género (dos años y un mes de prisión, con posibilidad de libertad condicional), Sebastián Villa regresó a Colombia, pero fue intimado por Boca Juniors para unirse a los entrenamientos. A estas horas se sabe que el delantero ya se encuentra en el predio de Ezeiza para que, por ambas partes, puedan definir su futuro.
El delantero se había tomado una licencia después del juicio oral, aparentemente, de mutuo acuerdo. Sin embargo, después de esto se inició una batalla legal con Boca, buscando a través de cartas y documentos obtener la libertad para buscar un nuevo club. El club Xeneize respondió rápidamente a través de sus abogados, desconociendo cualquier permiso otorgado y dejando en claro que el jugador debía regresar a su trabajo. Desde Ezeiza, declararon: "Él es quien está incumpliendo".
Villa finalmente aceptó la intimación del club, regresó al país y ahora se presentará en los entrenamientos. Sin embargo, en principio Boca se mantendrá firme en su negativa de convocarlo para los partidos. Esto abrirá la negociación principal: Villa buscará una salida para continuar su carrera en otro lugar, mientras que Boca intentará proteger su inversión. Además, el club necesita liberar un cupo de extranjeros para, por ejemplo, la posible llegada de Edinson Cavani.
En un principio, se espera que Villa entrene de forma separada al resto del equipo. Sin embargo, lo concreto es que el delantero ya está de vuelta en el predio de Boca. Ahora habrá que ver cómo se resuelve este tenso capítulo, con cartas y documentos en juego, que marcan el tono del conflicto que se avecina.
