Sin tiempo para digerir lo ocurrido en Mónaco, la Fórmula 1 aterrizó en el circuito de Montmeló bajo las mismas condiciones climatológicas que condicionaron el fin de semana en Montecarlo: la lluvia.
La pista mezclaba sectores secos con zonas mojadas que complicaban la conducción a los pilotos, pero ni por esas falló Verstappen a su cita con la pole position.
El holandés, dominador de todo el fin de semana, volvió a ser el más rápido en una clasificación marcada por las sorpresas.