La situación legal de Dani Alves es complicada: el futbolista está preso en una penitenciaría de Cataluña acusado de violación. Ahora, Joana Sanz, su esposa, parece tomar distancia del caso y tomó una drástica decisión sobre las redes sociales que salpica al futbolista brasileño.
Alves, de 39 años, pasa sus días en la prisión de Brians 2, después de que la jueza Anna Marín, del juzgado de instrucción Nº 15 de Barcelona, decretara cárcel sin fianza para el futbolista, acusado de una presunta violación a una chica de 23 años en un baño de un reservado en la discoteca Sutton.
Está compartiendo celda con un compatriota que tiene como apellido Coutinho. El preso, también acusado de un delito sexual, fue elegido especialmente por los responsables de Brians 2 para ayudar a la adaptación del futbolista en su nueva vida en los seis metros cuadrados que mide su celda, con una rutina muy severa, que arranca a las 8 y concluye a las 22, cuando se apagan todas las luces de los módulos.
En las últimas horas, Sanz tomó una fuerte determinación en su cuenta de Instagram que llamó la atención de todos sus seguidores. La modelo decidió eliminar todas las publicaciones en las que aparecía Alves, inclusive las que salía ella sola apoyándolo desde la tribuna.
