Son las 7.45 en Nueva Zelanda del día miércoles (las 15.47 del martes en nuestro país, la diferencia horaria es de 16 horas) y el santiagueño Mario Barcia (31 años) está paseando a su perro por uno de los parques de la ciudad de Wellington. Ni bien se despertó, miró su celular y escuchó el audio que le enviamos el lunes a la noche (22.05 hora de nuestro país) y luego se dispuso a contestar, vía WhatsApp, nuestras inquietudes.
Mario es futbolista profesional y se consagró campeón el fin de semana pasado de la Liga de aquel país, con el Team Wellington Football Club, por lo que se clasificó para jugar la Champions League de Oceanía. Le ganaron la final al Auckland City, por 4 a 2.
El santiagueño se inició en la escuelita de Luis Valoy, luego pasó por las formativas de Newell’s Old Boys (desde 9ª a 4ª) y después integró el plantel de Cuarta y Reserva de Independiente de Avellaneda. También jugó en Central Córdoba en el Argentino A (2010/11), en aquel equipo que dirigieron Cánova y Ereros.
Y después se convirtió en un trotamundos, ya que jugó en Bolivia (Aurora 2011) y volvió a nuestra provincia y jugó en Sportivo Fernández. También tuvo un corto paso por Central Argentino. Y luego sí, en 2014, viajó a Nueva Zelanda, con la ilusión de crecer y de hacerse un nombre dentro del fútbol.
– ¿Cómo surgió esta posibilidad de jugar en Nueva Zelanda?
– Fue en 2014, a través de otro santiagueño: Martín García, que ya estaba aquí en ese momento y que aún sigue aquí. Llegué al Island Bay United. En aquel entonces vinimos cuatro chicos santiagueños: Facundo Barbero, Marcelo Ricardo y Justo Montenegro. Dos de ellos decidieron volverse a los pocos meses. Barbero fue el único que se quedó un poquito más y luego tuvo la posibilidad de irse de nuevo. Creo que ellos no se terminaron de adaptar.
– Y a vos, ¿no te costó la adaptación?
– Me costó mucho la adaptación en un principio, más que nada por el tema de la cultura y el idioma. Aquí se habla inglés y yo nunca había hablado ese idioma. Me costó un poco, pero aquí estamos, después de siete años, seguimos firmes, con muchos planes y muchos proyectos. Contento por la oportunidad que me dio este país y por el hecho de saber aprovecharla.
– Empezaste en un club “chico” y luego pasaste a uno de los más “laureados”…
– Sí. Tuve un paso primero por Hawke’s Bay United, después pasé al Team Wellington, el club en el que estoy actualmente. En 2019 tuve un paso por la Liga de Indonesia, en el Semen Padang.
– En lo deportivo, ¿cómo te fue?
–Tuve la suerte de ganar la Liga varias veces. Jugué la Oceanía Champions League casi todos los años y viajé por muchos países de Oceanía y las Islas Pacíficas. En 2018 ganamos la Liga de Campeones y yo convertí dos goles en la final ante el Laotoka de las Islas Fiji. Ese triunfo nos dio el pasaporte para jugar también el Mundial de Clubes de ese año. Hicimos una gran presentación ante el Al-Ain. Le ganábamos 1-0 con un gol mío. Luego nos empataron y perdimos por penales. Estuvimos muy cerca de jugar con River Plate. Hubiese sido muy lindo.
– Les quedó esa espina...
– La verdad que sí. Nos quedó la espina de aquel partido, porque creemos que pudimos haber pasado y haber enfrentado a River, que venía de ganarle la final a Boca. Esa es una de las nuevas metas que tenemos ahora.
– ¿Cómo es el fútbol que se juega en Nueva Zelanda?
– No es el fútbol que estamos acostumbrados a ver en Europa o en otros países. Aquí, el fútbol es el tercer deporte en importancia, a diferencia de Argentina. Pero se vive bien. Por ahí se juega en estadios más chicos, de 1.000 o 3.000 espectadores, a diferencia de lo que es el fútbol en nuestro país o en Sudamérica, que se juega en estadios de 50.000 espectadores.
– ¿Sigues jugando de volante central, como en CC o Sportivo Fernández, o cambiaste de posición en la cancha?
– Sigo jugando de volante central. Siempre lo hice así, desde las inferiores. A veces de doble cinco. Alguna vez jugué un poquito más adelantado, pero siempre en el medio.
– Ganaron un campeonato atípico, por lo que se vive en todo el mundo...
– Sí. Contento con esta nueva Liga que terminamos de lograr. Fue bastante dura la competencia para nosotros, por el tema del parate que tuvimos por la pandemia. Igualmente, pudimos salir campeones, que era nuestro objetivo y obtuvimos el pasaje para la OCL, que no sabemos cuándo se va a jugar por el coronavirus. No hay nada decidido por el momento.
– ¿Cómo es la vida en Nueva Zelanda, con esto del Covid-19?
– Aquí, gracias a Dios, llevamos una vida normal, desde hace mucho tiempo. Solo tuvimos un mes de cuarentena, en abril del año pasado, y desde ese momento vivimos con total normalidad.
– ¿Ya tienes decidido qué harás en el futuro?
– Todavía no. No sé qué haré en el futuro, no sé si volveré al país. La verdad es que aquí estoy muy cómodo, soy residente. No tengo todavía nada claro. Tuve la oportunidad de volver a jugar este año en un club de la Primera Nacional, pero la propuesta no fue nada concreta, así que seguimos por aquí, contentos. Si se da alguna posibilidad de algo mejor, lo evaluaré. Obvio que uno extraña la familia y los amigos. Pero estoy contento por el presente y por los planes que hay a corto plazo.