Emiliano Tade es santiagueño y nació futbolísticamente en el club Atlético Mitre. Luego, el destino lo llevó a Nueva Zelanda, país en el cual se encuentra desde 2009 y actualmente en el Auckland City, un equipo protagonista y que tiene como objetivo jugar nuevamente el Mundial de Clubes (de hecho es el último campeón).
El volante retornó al “aurinegro”, el club de sus amores, en 2015, donde jugó la primera parte del Federal A y por cuestiones personales, decidió volverse a Nueva Zelanda. Hoy, muy cómodo en ese país y siendo una de las grandes figuras de su elenco, Tade contó como se vive el día a día en cuarentena por el coronavirus. Reconoció que en ese lugar se tomaron todos los recaudos a tiempo y no se lamentan muchos casos.
Y como buen comprovinciano, reconoció que extraña mucho al pago.
—¿Cómo se vive en ese país con la pandemia?
—Aquí en Nueva Zelanda, el gobierno tuvo controlado desde un primer momento al virus. Creo que el hecho de ver la experiencia que tuvieron otros países por lo que venía sucediendo, al ser un país bastante pequeño en cuanto a población y el acceso sea solamente vía aérea por ser una isla, ayudó mucho a ser precavidos en esos aspectos. En este país creo que se le ganó la batalla a la pandemia y se pudo ver que está controlado el tema. Vale destacar la conciencia social y de la manera que se la tomó a esta pandemia. Se respetó mucho las reglas de prevención y desde un primer momento nos dieron cuatro semanas de cuarentena. Hay signos positivos y el Gobierno está motivado porque se está haciendo un gran trabajo y aún queda un poco más para superar al coronavirus.
—¿Qué etapa estaban jugando del torneo antes del parate?
—Con el Auckland City nos quedaban dos partidos de la Liga Nacional y luego de ello, venían los playoffs. En ese momento estábamos punteros y la Federación, por una cuestión de tiempos y por el parate del coronavirus, decidió proclamarnos campeones. Mientras que seguíamos en competencia en la Champions de Oceanía, que es como la Copa Libertadores en América y habíamos clasificado a cuartos de final. Esto aún no se determinó cuando va a continuar por lo que está sucediendo en todo el mundo, al igual que los diferentes torneos. Hay tiempo.
—¿Cuál es el trabajo que realizan en cuarentena?
—Estamos siguiendo un programa que nos brindó el club, que son ejercicios para realizar cada uno en su casa. Lo bueno es que pese a la cuarentena, nos permiten salir a correr en los parques , incluso en la calle siempre y cuando todos mantengamos el distanciamiento social. Por lo tanto, tenemos nuestra tareas de entrenamientos para no perder ritmo.
—¿Estás solo o acompañado en Nueva Zelanda?
—Estoy conviviendo con mi pareja, una chica de Nueva Zelanda. Ella ya sabía hablar en español, pero le estoy enseñando más en tonada santiagueña (risas).
—¿En estos tiempos se extraña más a la familia?
—Es algo subjetivo. No ahora porque estemos en cuarentena se extrañe más la familia o quizás menos. Es el mismo nivel de siempre en cuanto al extrañar a todos los seres queridos y a los amigos. La situación que está pasando el mundo, hizo que estemos más conectados porque es algo inusual para todos.
—¿Qué se extraña más de Santiago?
—Lo que más extraño es todo lo que viví en mi provincia desde chico. Uno extraña los momentos, todas las situaciones que se dan con la cultura de Santiago. Eso de poder estar comiendo un lomito en la calle Roca con amigos, es muy lindo y que no tiene precio. O ir a jugar al fútbol con amigos y luego comer un asado o un domingo de familia, se extraña todo eso, lo de cada día.
—¿Que te genera haber sido parte de Mitre en el Federal A 2015?
—Siempre lo he dicho, es algo que había soñado toda la vida. Siempre anhelé jugar en el club del cual soy hincha, en el que me formé como jugador y persona y en el que tuve miles de experiencias. Son momentos imborrables que tengo en mi vida y ni siquiera lo miro desde el punto de vista futbolístico, si no que es parte de mi vida el haber defendido esa camiseta.
—¿Te gustaría retornar nuevamente al “auri”?
—Es una pregunta que para mí tiene muchos significados. Yo volví al club y no en este caso como jugador, si no como hincha fui a la cancha. Lo sigo y lo veo en la tele como un hincha más. A Mitre volveré siempre, quizás como futbolista o como simpatizante o incluso algún día me gustaría tener otro rol dentro de la institución, de entrenador o como socio. A Mitre volveré siempre, cumpliendo cualquier labor. Si tengo que retornar y jugar sin cobrar un peso, también lo haré sin dudas.
—¿Hay sed de revancha por la forma en la que te fuiste del club en esa temporada, a mitad del campeonato?
—No me arrepiento de nada, ni de haberme ido. Fue una decisión muy poco egoísta. Cada uno tiene su perspectiva y siempre la he entendido, pero de mi parte fui poco egoísta. Quizás no demostré todo mi potencial de lo que podría haberle dado a la institución. He tenido un momento en el cual no le estaba dando lo que me hubiese gustado. Pero nunca me voy a recriminar haber seguido mis instintos y mi amor por el club.
