Gabriel Acuña se consagró campeón argentino de lucha y fue uno de los deportistas más destacados de este año. Merced a todo lo conseguido, este viernes será premiado en la Gran Fiesta del Deporte del Multimedio, que se llevará a cabo en el Fórum.
El luchador no ocultó su alegría y se mostró muy agradecido. Sueña con mucho más para el año que viene.
— ¿Qué me puedes decir de esta gran temporada que tuviste?
— Fue bastante buena. Venía entrenando duro desde el año pasado para llegar en las mejores condiciones al Nacional de Lucha Libre Olímpica, más allá de las lesiones que tuve. Gracias a Dios, tuve una buena labor y todo fue positivo.
— ¿Cómo fueron tus comienzos en este deporte?
— Yo me inicié en la lucha cuando en una ocasión no me dio el peso para poder viajar a los Juegos Evita de Judo. Antes practicaba judo, pero a los 13 años comencé a entrenar este deporte. Busqué un deporte similar y empecé a hacer lucha en mi academia. Pude viajar después a los Evita a partir de que me puse en las mejores condiciones. Al año siguiente, me clasifiqué en la categoría hasta 75 kilogramos y pude ganar. Luego formé parte del Cenard (Centro de Alto Rendimiento Deportivo) y me becaron para que pudiera practicar lucha. De ahí en más me dediqué a esta disciplina.
— ¿Quién fue tu primer entrenador?
— Mi primer profesor de lucha libre fue mi hermano Mariano Acuña. Él hizo varios cursos para capacitarse y con él comencé, realizando las cosas básicas. Hoy, gracias a Dios, puedo decir que aprendí bastante y no quiero bajar los brazos para darle satisfacciones a todos los que confían en mí.
— Contame sobre los logros que tuviste este año que fue agitado...
— Este año me presenté en el Nacional de Lucha y fui campeón en la categoría hasta 79 kilogramos. Luché en primera, hice dos combates con chicos de mucha fuerza y las pude ganar a ambas. Después tuve varios desafíos y me pude quedar con victorias, así que volví muy feliz a mi provincia querida. Gracias a Dios, cumplí con el objetivo que me había planteado a principios de este 2018.
— ¿Crees que este fue tu mejor año en esta disciplina?
— No sé si es el mejor, creo que esto es el inicio de todo lo que se vendrá más adelante y quiero seguir por esta senda para obtener muchos más resultados positivos. Pese las fiestas de fin de año, voy a seguir trabajando fuerte para dar lo mejor en los desafíos que se presenten, como también en los campos de entrenamiento que vamos a tener más adelante.
— Justamente, ¿cómo es el entrenamiento de un luchador?
— Sobre todas las cosas, uno trata de realizar muchas actividades en el gimnasio. Día a día, mis entrenadores hacen hincapié en la base de este deporte y todo se basa en la fuerza. Trabajo también con la academia de judo San Esteban y lo hago todos los días. Como dije, el judo tiene cosas similares y me ayuda muchísimo en mi puesta a punto antes de cada competencia importante.
— ¿Qué te genera ser premiado por Nuevo Diario?
— Me genera mucha felicidad. No me había tocado nunca algo así. Estoy contento y muy agradecido. Creo que todo el esfuerzo que uno realiza en el día a día, siempre da sus frutos. Además, creo que esto es un incentivo, no solo para mí, sino para todos los deportistas que tuvieron un año excelente. No hay que bajar los brazos y esto es el premio a tanto esfuerzo que uno pone durante doce meses.
— Una vez que recibas la distinción, ¿a quién se la vas a dedicar?
— Le agradezco a mi familia, que es la que siempre me banca en todo, a mis compañeros de la academia y al ingeniero Luis “Chuzo” Trejo, quien me brindó todo para que yo pueda viajar al campeonato nacional. Sin su ayuda, participar hubiera sido imposible. Hay que ser agradecido en la vida y por eso no me olvido de la gente que siempre me apoya.
