Alrededor de las 12 de ayer, un cabo de la Policía de la Provincia decidió visitar a un hombre con quien compartían una agrupación que estaba formada por evangelistas. El amigo no atendía las llamadas telefónicas ni respondía los mensajes de texto que le habían enviado varias personas de la iglesia evangélica.
Preocupado porque no sabían qué le había sucedido, teniendo en cuenta que no tenían noticias de él desde hace varios días, el efectivo de 29 años, domiciliado en el barrio Alberdi, se trasladó hasta la casa que alquilaba el hombre de 68 años. La dueña de la propiedad, ubicada en pasaje Raid al 100 del barrio Centenario, manifestó que, al igual que los evangelistas, hace varios días que no lo veía y autorizó que el policía ingresara a ver qué le pasaba.
El amigo lo llamó por su nombre, pero no respondió. Finalmente, lo encontró tirado y muerto en el baño. De acuerdo con las condiciones en las que se encontraba el cuerpo, llevaba varios días de fallecido. Inmediatamente, alertó a sus colegas y llegó personal de la Comisaría Comunitaria Nº 5.
La tragedia generó la presencia del médico de Policía, quien sugirió que el cadáver fuera sometido a una autopsia para develar la causa del deceso. En este sentido, la fiscal Silvia Jaime Luna ordenó que el cuerpo fuera trasladado a la morgue judicial.
Personal de la División Criminalística no habría detectado signos de violencia en las cosas y secuestró un celular y $ 134 mil, entre otra documentación perteneciente al evangelista.
La fiscal dispuso que se realizaran averiguaciones en el vecindario para determinar cuándo lo vieron por última vez.