Policiales

Su amigo lo convenció de invertir 30 mil dólares en criptomonedas y desapareció

Un empleado público de 39 años, domiciliado en el barrio Belgrano, mantuvo una charla con un “amigo” sobre los beneficios de invertir los ahorros en sitios económicos virtuales para generar “jugosas” ganancias, en lugar de tenerlo guardado en el ropero o en un plazo fijo bancario. En este sentido, le manifestó que la inversión en criptomonedas era lo mejor opción y convenció a su amigo para invertir en ellas.

Las criptomonedas son un tipo de moneda digital que utiliza criptografía para proporcionar un sistema de pagos seguro. Estas técnicas de cifrado regulan la generación de unidades monetarias y verifican la transferencia de fondos. A diferencia de las monedas físicas, las criptomonedas no están controladas por un banco central u otra institución. Permiten transacciones instantáneas a través de Internet sin importar las fronteras.

Como el empleado público no conoce bien el sistema financiero digital, le dio a su amigo 30 mil dólares —equivale a 45 millones de pesos— para que concretara la operación financiera y comenzara a tener “importantes intereses” al poco tiempo, de acuerdo con la promesa del “conocedor” de las criptomonedas.

Sin embargo, a pesar de haber pasado siete meses de la inversión, aún no había visto un peso de ganancia. Además, su amigo había “desaparecido” y no lo pudo ubicar personal ni telefónicamente. Se puso en campaña en las últimas semanas para encontrarlo y solicitarle que le devolviera al menos el dinero que había invertido.

Con mucha impotencia, se presentó antenoche en la casa de los padres de su amigo, sita en el pasaje 30 de Septiembre del barrio Huaico Hondo, pero tampoco lo encontró. La desesperación del empleado público provocó que levantara la voz y manifestara sus nervios ante la madre y el hermano del acusado, por lo que los dueños de casa solicitaron la presencia policial.

En efecto, personal de la Comisaría Nº 9 fue alertado por “incidentes” en la vía pública y se trasladó al lugar. Se entrevistó con el visitante, quien se calmó, contó lo sucedido y manifestó que no tenía nada firmado de la entrega del dinero porque todo se hizo en base a la confianza que le tenía a su amigo. Seguidamente, dijo que se asesoraría legalmente para realizar la denuncia penal. El hecho fue informado al fiscal Martín Silva, quien ordenó que se le informara cualquier novedad. Los dueños de casa señalaron que no sufrieron amenazas ni agresiones físicas, aunque el escenario era un “polvorín”.

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