En el marco de una intensa agenda por distintas localidades del interior provincial, Pablo Mirolo, presidente del Frente Renovador, y Fernando Giménez, referente de Libres del Sur, visitaron recientemente la ciudad de Suncho Corral, donde compartieron un encuentro abierto con vecinos y vecinas. La reunión, que se extendió por varias horas, se transformó en un espacio de diálogo franco y sin intermediarios, en el que la comunidad expresó su malestar y desilusión por el abandono de políticas públicas efectivas que aseguren derechos básicos como la salud, la educación y el trabajo digno.
Quienes participaron relataron situaciones cotidianas que reflejan carencias estructurales: un hospital que no da abasto, escuelas con falta de materiales y mantenimiento, y una realidad laboral que empuja a los jóvenes a migrar en busca de oportunidades que su propia tierra no les brinda. Ante ese panorama, Mirolo y Giménez escucharon atentamente, tomaron nota de cada reclamo y devolvieron, con palabras firmes, un mensaje de esperanza pero también de acción concreta.
"Después de más de veinte años de zamorismo, Santiago del Estero sigue atrapado en los mismos problemas de siempre. Se prometió una provincia moderna e inclusiva, pero lo que vemos es desigualdad y estancamiento", sostuvo Mirolo durante su intervención, generando el asentimiento de la mayoría de los presentes.
A su turno, Giménez profundizó la crítica y apuntó contra el modo de ejercer el poder en la provincia: "El oficialismo gobierna para una minoría que se beneficia, mientras miles de santiagueños esperan respuestas que nunca llegan. Nosotros venimos a proponer otra forma de hacer política: con la gente adentro, discutiendo y decidiendo, no como espectadores sino como protagonistas del cambio".
Lejos de tratarse de una visita protocolar, el encuentro en Suncho Corral se inscribe en una serie de recorridas que ambos dirigentes realizan por barrios, parajes y ciudades del interior profundo. El objetivo, insisten, no es solo escuchar sino trabajar junto a las comunidades para tejer redes de participación ciudadana y construir una alternativa política que surja desde abajo y se sostenga en valores como la honestidad, la solidaridad y el compromiso genuino. "Santiago no necesita más promesas ni discursos vacíos. Necesita coraje para cambiar lo que está mal y voluntad para garantizar derechos que hoy parecen un lujo", remarcaron al finalizar la reunión.
Con cada paso, Mirolo y Giménez consolidan un mensaje que desafía la apatía política: volver a poner a las personas en el centro de las decisiones y reconstruir la confianza entre representantes y representados.