Todos los miércoles, jubilados se concentran frente al Congreso para exigir aumentos en sus haberes y, cada semana, la escena se repite: la policía enfrentando a los manifestantes. En uno de los últimos reclamos, Carlos, un hincha de Chacarita de 75 años, fue agredido y su caso unió a los hinchas de fútbol.
Bajo la consigna “Basta de pegarle a los viejos”, hinchas de distintos clubes se sumaron al reclamo de los jubilados y este miércoles 12 de marzo marcharán junto a ellos. La convocatoria creció rápidamente y generó repercusiones en el Gobierno, que no tardó en descalificar la movilización, señalando a los hinchas de “barrabravas”.
El protagonista de esta unión es Carlos Dawlowfki, un jubilado y ferviente hincha del “funebrero”, que asistió a la protesta con la camiseta de su club y terminó convirtiéndose en el símbolo de la movilización. “Esto me hace acordar al año 76-78, cuando era cartero e iba a trabajar y, a la mañana, me ponían contra la pared. Esto parece peor que los militares”, expresó en declaraciones radiales.
Quién es Carlos, el jubilado e hincha de Chacarita que generó una masiva convocatoria a la marcha
Carlos empezó como mensajero a los 13 años y luego pasó décadas recorriendo las calles de Caballito como cartero del Correo Argentino, de 1964 a 1994. Ese último año aceptó el retiro voluntario, cuando la familia Macri adquirió la concesión del servicio postal tras su privatización. Hoy, su jubilación supera por poco la mínima, lo que lo excluye del bono que el Gobierno otorga a quienes perciben el haber más bajo.
“Mañana (por hoy) se van a encontrar con todos los hijos y nietos que van a estar luchando por los abuelos. Nosotros vamos a luchar siempre para ser libres”, sostuvo en diálogo con María O'Donnell en el programa “De acá en más”.
Carlos todavía no sale de su asombro por lo que se generó. “Tengo a mi hijo que me dice. ‘¿Qué hiciste, papá? Llevaste a la hincha de Chacarita’. Yo no llevé a nadie, la gente vino sola. Yo me di cuenta cuando el otro día llego y estaba la hincha. Bienvenido sea, un apoyo a los abuelos y nada más”, reflexionó.
En una entrevista con Radio Gráfica, el jubilado aseguró que marcha “por el orgullo de ser argentino y de poder respaldar a un jubilado que cobra 250 mil pesos”. “Pienso en mis cuatro hijos, en mis nietos, es el futuro de ellos”, manifestó. Carlos perdió los 5 medicamentos que tomaba por no hacer los trámites requeridos por el PAMI.
Carlos tiene cuatro hijos, de las cuales dos son profesionales, y su hija más joven es enfermera, especializada y recibida en la UBA.
La presencia de jóvenes en la marcha
Carlos también destacó el rol de los más jóvenes en esta movida, dijo que “se están dando cuenta que tienen a los abuelos”, y sumó: “Estas hinchadas que van a ir, tienen abuelo, abuelo, y dicen ‘¿Yo voy a dejar a mis abuelos que todos los miércoles los ’maten'?”.
En una de las últimas marchas, Carlos sufrió el impacto del gas pimienta y los golpes. Como consecuencia, se quebró la muñeca y tuvo que presentarse a declarar en Comodoro Py por la causa abierta. A pesar de todo, sigue firme en su postura: “Siempre vamos a luchar por nuestros derechos, a mi no me regalan nada. Yo aporté toda mi vida”.