El gobierno liderado por Javier Milei oficializó este jueves un incremento en el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), publicado en la Resolución 17/2024 del Boletín Oficial. Sin consenso en el Consejo del Salario, la medida se adoptó de manera unilateral, generando descontento entre los representantes de los trabajadores, quienes consideran insuficiente el aumento en el contexto económico actual.
Los nuevos valores del SMVM
A partir de diciembre de 2024, el salario mínimo será de 279.718 pesos, lo que representa un aumento de apenas 8.147 pesos respecto de los 271.571 pesos de noviembre. Según la resolución, se establecieron subas escalonadas que culminarán en marzo de 2025 con un salario mínimo de 296.832 pesos, distribuidas de la siguiente manera:
Diciembre 2024: 279.718 pesos.
Enero 2025: 286.711 pesos.
Febrero 2025: 292.446 pesos.
Marzo 2025: 296.832 pesos.
Para los trabajadores jornalizados, se ajustaron los valores por hora, partiendo de 1.399 pesos en diciembre y alcanzando 1.484 pesos en marzo.
Descontento entre los trabajadores
El ajuste, que representa un aumento total del 5,5% para marzo de 2025, quedó muy por debajo de las demandas planteadas por la CGT y las dos CTA, que habían solicitado un salario mínimo de 572.000 pesos. En contraste, la medida estuvo alineada con las propuestas del sector empresario, que planteaban una suba total del 6%, alcanzando 295.000 pesos en marzo próximo.
El gobierno, al decidir en favor de la oferta empresaria, otorgó solo 1.832 pesos más que lo solicitado por las cámaras patronales, lo que generó fuertes críticas desde el sindicalismo, que denuncia una falta de voluntad política para atender las necesidades de los trabajadores en un contexto de alta inflación.
Prestación por desempleo
En cuanto a la Prestación por Desempleo, se estableció que será equivalente al 75% de la mejor remuneración mensual normal y habitual del trabajador en los últimos seis meses de empleo. El beneficio no podrá ser inferior al 50% ni superior al 100% del SMVM vigente.
Críticas y contexto
La medida, enmarcada en la política económica libertaria del gobierno de Milei, fue tildada de insuficiente por sectores gremiales y sociales que consideran que el ajuste salarial no compensa el incremento sostenido del costo de vida.
"Este salario mínimo está muy lejos de cubrir las necesidades básicas de los trabajadores. No podemos aceptar aumentos tan bajos en un contexto de inflación descontrolada", expresó un referente de la CTA.
En contraste, representantes del sector empresarial argumentaron que el ajuste es razonable y sostenible, considerando las dificultades económicas que enfrentan las pymes en el país.
Mientras tanto, el debate sobre cómo mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores sigue siendo uno de los principales desafíos para la administración nacional.