Un caso en Inglaterra generó un intenso debate en redes sociales. Una mujer, tras dar a luz a su hijo sin vida, decidió llevar el cuerpo a su hogar para transitar el duelo en compañía de su familia. Durante varios días, compartió momentos con el bebé, a quien llamó Dexter, junto con su otra hija pequeña.
El impacto en redes sociales
A través de su cuenta de TikTok (@mum_to_rosie_dexter), la madre documentó su proceso de despedida, mostrando cómo acunaba al bebé, le leía cuentos y preparaba un espacio para él. Sus publicaciones rápidamente se viralizaron, causando un fuerte impacto, especialmente en países donde este tipo de prácticas no son comunes.
Una práctica permitida por la ley en Inglaterra
En Inglaterra, las familias que enfrentan la pérdida de un bebé pueden llevarlo a casa como parte de su proceso de duelo. Para ello, utilizan un dispositivo conocido como cuna fría o cuna de abrazo, que conserva el cuerpo a baja temperatura gracias a un sistema de enfriamiento, lo que retrasa su deterioro. En Estados Unidos, esta práctica también está permitida.
La madre explicó que, además de la cuna fría, existen medicamentos que pueden ayudar a ralentizar la descomposición, aunque solo por un tiempo limitado.
El video:
@mum_to_rosie_dexter Memories that we will always have. Carrying, growing and loving you was a privilege Dexter! #stillbornawarness #stillborn #stillbornstillloved #infantloss #raisingawareness #coldcot #dexter #corememories #mybaby #alwaysinmyheart #memories ♬ original sound - Gypsy
La respuesta de la madre ante las críticas
Ante los comentarios que recibió en redes sociales, la mujer expresó: "Mis videos llegaron a países donde llevar a casa a un bebé fallecido es algo extraño, e incluso en algunos lugares, conocer a tu bebé en estas circunstancias también lo es. Eso me entristece mucho. Sin embargo, algunos de los mensajes que estoy recibiendo son muy duros y difíciles de procesar", señaló en su cuenta de TikTok.
Dexter nació sin vida el 21 de noviembre de 2024 y su funeral se realizó el 4 de diciembre, tras lo cual fue incinerado. Luego de despedirse de su hijo, la mujer decidió donar la cuna fría al hospital, con el objetivo de que otras familias en situaciones similares pudieran utilizarla.
Este dispositivo tuvo un costo de 1.750 libras esterlinas (aproximadamente 2.250 dólares) e incluía una canasta de moisés y una alfombra con un sistema de enfriamiento conectado a un pequeño dispositivo que permitía conservar el cuerpo del bebé por más tiempo.