Las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron que todos sus ciudadanos pueden abandonar los refugios antiaéreos tras haber interceptado exitosamente más de 200 proyectiles de origen iraní, anulando una advertencia previa y marcando, aparentemente, el cese de la amenaza representada por el ataque con misiles y drones.

A pesar de la disminución de la amenaza inmediata, se mantienen las restricciones de reunión en espacios públicos a un máximo de 100 personas en zonas cercanas a la frontera, así como la suspensión de viajes y excursiones escolares.

El portavoz militar, Daniel Hagari, reportó daños menores en una instalación castrense del sur, en la región del Néguev, a causa de misiles procedentes de Irán. Una menor de 10 años resultó gravemente herida en la cabeza por esquirlas, siendo la única víctima de consideración hasta el momento.