El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, destacó la importancia espiritual y pastoral del cierre de la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización de monseñor Jorge Gottau, durante la ceremonia realizada en la Catedral Metropolitana este lunes. En diálogo con Nuevo Diario, el prelado subrayó el impacto nacional de esta causa y la necesidad de renovar el compromiso evangélico en la Iglesia argentina.
“Estamos viviendo un momento muy importante. La clausura de la fase diocesana del proceso de canonización de monseñor Jorge Gottau es una alegría para la Iglesia de Añatuya, sin lugar a dudas, porque fue su obispo, pero también para toda la Iglesia argentina”, expresó García Cuerva al término del acto litúrgico.
El arzobispo también valoró el significado especial que este proceso tiene para la Iglesia porteña, ya que la causa se inició en Buenos Aires en 2010 por impulso del entonces cardenal Jorge Bergoglio. “Además, año tras año muchos grupos misioneros, jóvenes y sacerdotes viajan desde Buenos Aires a Añatuya para internarse en el monte y acompañar la realidad del pueblo santiagueño. Esas experiencias misioneras los transforman profundamente y enriquecen nuestra Iglesia con fe y alegría”, señaló.
Una figura de renovación y promoción humana
Consultado sobre el legado pastoral de Gottau, García Cuerva lo describió como “un padre conciliar”, en referencia a su participación en el Concilio Vaticano II. “Fue un hombre de renovación constante, que nos anima hoy también a repensar la Iglesia en función de los tiempos actuales”, dijo.
En ese sentido, lo definió también como “un obispo de la promoción humana”, capaz de integrar la dimensión espiritual con el compromiso concreto con las necesidades del pueblo. “Fe y vida van juntos. Evangelizar no es solo transmitir la fe, sino también dignificar la vida a través de la educación, el trabajo, la salud. Monseñor Gottau fue una excelente síntesis de todo eso”, añadió.
Al reflexionar sobre la relevancia creciente de Santiago del Estero en el mapa religioso del país —con Añatuya y la reciente beatificación del mártir de Huamantla como ejemplos—, García Cuerva llamó a transformar la alegría en compromiso: “Como decíamos con el gobernador Zamora y con el obispo Corral, es una enorme alegría que debe convertirse en una gran responsabilidad. Recordábamos esa frase: ‘A quien Dios le da más, le pide más’. Por eso, vivir tanta alegría hoy debe impulsarnos a encarnar el Evangelio en la realidad concreta de los que más sufren”.
La palabra del obispo de Añatuya
José Luis Corral, obispo de la Diócesis de Añatuya, desde Buenos Aires: "Enviamos un cálido saludo a todo Santiago" pic.twitter.com/m19Pmgo6bS
— Nuevo Diario Web (@nuevodiarioweb) May 19, 2025