El País

Hay dos micros varados por las lluvias en la Ruta 9: uno transporta a 37 niños de 9 y 10 años

La fuerte tormenta que afecta desde ayer a la provincia de Buenos Aires provocó una preocupante situación en la Ruta 9, donde dos micros permanecen varados desde anoche, completamente aislados por la acumulación de agua sobre la calzada. En uno de ellos viajan 37 niños de entre 9 y 10 años, acompañados por docentes y personal de coordinación. En el otro vehículo hay 44 pasajeros adultos atrapados desde la medianoche.

Los niños, que volvían de un viaje educativo a Rosario, habían partido el jueves y regresaban a Buenos Aires el viernes a las 18. Sin embargo, cerca de las 21 horas, el micro quedó detenido a la altura de Campana, entre las rutas 193 y 41, debido a la intransitabilidad de la vía por la lluvia acumulada.

Los chicos están bien, durmieron, descansaron, están contenidos. Pero no hay nadie, no está Prefectura que organice, nada”, relató Diego, padre de uno de los menores, visiblemente preocupado por la falta de asistencia. El vehículo, perteneciente a la empresa Colprim, también transporta a cuatro docentes, un coordinador y dos choferes.

 

Por otro lado, el segundo colectivo, con 44 pasajeros, también quedó atrapado en la misma zona, sobre el kilómetro 115 de la Ruta 9. El conductor, identificado como Daniel, relató que habían salido a las 20:30 desde Rosario y que no fueron alertados en el peaje sobre el estado del camino. “El peaje nos cobró y pasamos. No había agua, pero al rato empezó a venir y venir. Estamos bajo un caudal terrible”, declaró al canal TN. La situación se agravó cuando Daniel explicó que el micro ya tiene 10 centímetros de agua en su interior. “Estamos sin ayuda de nadie, no hay Defensa Civil, ni Bomberos, ni ambulancia. Estamos a la deriva desde la medianoche”, denunció el chofer. Según su testimonio, realizó múltiples llamados al 911, Defensa Civil y Bomberos de Baradero y Pergamino, pero no obtuvo respuestas concretas. “Esto es un mar, estamos todos arriba, sin poder brindarles atención a los pasajeros como se merecen. Ya se nos está escapando todo de las manos”, lamentó el conductor. A pesar de la desesperación, aseguró que los pasajeros se mantienen tranquilos y que decidieron no avanzar para no poner en riesgo la seguridad de los ocupantes.

Desde el entorno de los niños, los padres también manifestaron su indignación por la falta de aviso y de asistencia. “Nadie nos dijo nada en el peaje, si nos avisaban no seguían viaje”, aseguró Diego. Agregó además que los chicos, al ser tan pequeños, no tienen celulares, lo que dificulta la comunicación directa. “Estamos en contacto con la directora de la empresa, que nos mantiene informados, pero ellos tampoco pueden hacer mucho. Lo que necesitamos es asistencia para poder sacarlos de ahí”, afirmó.

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