Personal policial decidió realizar una requisa sorpresiva en los calabozos de la Alcaidía de la Departamental 3 Zona Sur de la ciudad Capital, tal como lo hace en forma periódica para incautar elementos prohibidos que estuvieran en poder de los presos.

Con el apoyo de efectivos de distintas áreas de la citada dependencia y de la Comisaría Comunitaria Nº 51, a fin de evitar incidentes y poder controlar a los reos para que no pudieran entorpecer el procedimiento, los uniformados concretaron el control de las celdas y de las pertenencias de los detenidos.

En esa circunstancia, en uno de los sectores, los efectivos encontraron una caja artesanal realizada con papel. En el interior descubrieron comprimidos y envoltorios con sustancias que podrían tratarse de estupefacientes. Ante esta situación, los policías de la Comisaría Nº 51 solicitaron la colaboración de sus colegas de la Dirección General de Drogas Peligrosas. Los expertos en la lucha contra el narcomenudeo realizaron las pericias químicas y determinaron que se trataba de 4 envoltorios con marihuana y 2 de cocaína. Asimismo, establecieron que había 22 pastillas de un poderoso psicofármaco.

Ninguno de los reos se acreditó la propiedad de las drogas ni se pudo saber a quién pertenecía. Todo el procedimiento se realizó con la presencia de testigos.

La Dra. Victoria Ledesma, representante de la Unidad Fiscal de Lucha contra el Narcotráfico, ordenó que se secuestraran los estupefacientes y que se realizara un detallado informe del procedimiento.

Los uniformados realizan averiguaciones para determinar cómo ingresaron las drogas, a quién pertenecen y se sospecha que eran ofertadas a la venta entre los reos.