Maxi López regresó a Suiza, donde vive con su mujer Daniela Chistiansson, luego de haber permanecido una estadía en Argentina. En el país, el exjugador compartió momentos con sus hijos mayores, Valentino, Constantino y Benedicto, fruto de su relación con Wanda Nara, y también la apoyó a la conductora en el difícil momento que atraviesa por su separación de Mauro Icardi. Sin embargo, su regreso estuvo envuelto de rumores de crisis con su pareja actual, una versión que fue rápidamente desmentida.
Los rumores habían comenzado apenas unos días antes, cuando en el círculo mediático se instaló la versión de que, tras años de desgaste, López y Christiansson habían decidido poner punto final a su matrimonio. Su prolongada estadía en Argentina alimentó aún más las especulaciones, sugiriendo que la distancia entre ambos había sido una señal clara de una crisis.
Sin embargo, la realidad era otra. La razón detrás de su permanencia en Buenos Aires no tenía nada que ver con problemas de pareja, sino con un motivo muy especial: el cumpleaños número 16 de Valentino, su hijo mayor. El festejo se dividió en dos: una celebración íntima con la familia del empresario y otro evento organizado por Nara, donde el adolescente pudo disfrutar con sus amigos.
Lejos de entrar en polémicas, López no hizo declaraciones al respecto y, tras la celebración, emprendió su regreso a Suiza para reunirse con su esposa e hija. A través de sus historias de Instagram, el exfutbolista compartió un tierno momento con la infante. Sentado con la pequeña en sus rodillas y un mate en la mano, dejó en claro que, a pesar de haber nacido en Europa, su hija también crece con las tradiciones argentinas. “Buen día”, escribió simplemente, mientras la nena tomaba la infusión.
Por su parte, Christiansson optó por no publicar imágenes del reencuentro. Fiel a su estilo, prefiere mantener su vida privada lejos de las redes, compartiendo solo lo necesario. Sin embargo, su mensaje en redes sociales y la simbólica imagen del mate bastaron para acallar cualquier rumor. La pareja sigue firme, sin necesidad de grandes declaraciones, dejando que los hechos hablen por sí.
Con rumores desmentidos y la familia nuevamente reunida, Maxi y Daniela siguen adelante con su historia, lejos del ruido mediático. Mientras él equilibra su vida entre Argentina y Suiza, ella se mantiene fiel a su estilo reservado, evitando exponer más de lo necesario. En un mundo donde las especulaciones van y vienen, la pareja demuestra que su vínculo no necesita grandes gestos ni explicaciones: solo momentos compartidos, silencios cómplices y la certeza de que, a pesar de la distancia, su familia sigue siendo su prioridad.
Fuente: infobae.com