El Gobierno de la Provincia anunció el viernes pasado que los empleados públicos provinciales recibirán un bono de fin de año de $ 1.300.000.
El equipo de Nuevo Diario, a propósito de esta noticia, dialogó con comerciantes para conocer sus opiniones respecto de la medida económica.
Álvaro Aranda, encargado en un local donde se venden productos deportivos, expresó que “la noticia del bono la recibimos con alegría”.
“Vienen siendo meses muy duros. La falta de dinero se sintió en todos los rubros.
Somos conscientes de que hay mucha gente con deudas y que acudirán (al bono) para pagarlas antes de comprar cosas, pero hay esperanza de que el comercio se active con caudal de gente”, acusó Aranda.
“Angie” Agüero, encargada en un local donde se venden diseños exclusivos de indumentaria, aseguró que el bono “impacta mucho”.
“Se nota el ánimo de la gente que, lamentablemente, está muy pendiente. Especulan y hacen cálculos mentales”, observó.
Tanto Aranda como Agüero coincidieron en que las ventas “vienen en bajada” o “no son como se esperaba”.
“Esperamos que repunten porque, en realidad, la economía es circular. Necesitamos que el cliente disponga del dinero para venir a gastar”, señaló la también diseñadora de moda.
Luis Sisti, gerente en un local donde se venden electrodomésticos y artículos para el hogar, acotó: “Es una muy buena noticia, la estábamos esperando”.
“Estamos con muchas expectativas porque las ventas se habían contraído después del Día de la Madre. El comercio, en general, estaba esperando esto, que es una inyección económica muy importante para la plaza”, celebró.
De acuerdo a lo recabado, “seguramente el martes, cuando la gente tenga el dinero (ese día se cobra la primera cuota), va a pagar las cuotas atrasadas”.