Por José Romero Silva. Enviado especial del Multimedio a Roma.
El papa Francisco canonizó este domingo a María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, en la Basílica de San Pedro del Vaticano y la convirtió en la primera santa argentina. A la beata se le atribuyen dos milagros; la curación de una hermana religiosa en 1904 y la recuperación de un hombre de un accidente cardiovascular en 2017.
El milagro con el que logró ser reconocida fue el último, que tuvo como protagonista a Claudio Perusini, quien estuvo internado en un hospital de Santa Fe en estado muy grave a causa de un ictus con mínimas posibilidades de sobrevivir. Tras los rezos de un sacerdote amigo y de su familia a la figura de la futura santa, se recuperó y, luego de una larga rehabilitación, actualmente lleva una vida normal.
Luego de la canonización de quien le devolvió la vida, Perusini conversó con el Multimedio, aún conmocionado por lo vivido en estos últimos días y se preguntó: “¿Qué estará pasando en Argentina?, o sea, en nuestra Patria”, planteó por no poder creer lo que se vivió. Y luego confesó continuar conmovido con todo lo que está pasando. “Es como que uno va tomando dimensión. O sea, tenemos una santa que nos representa, una santa que es argentina. En un país que la necesita hoy tanto. Fíjate que es una santa que vivió muchos siglos atrás, pero sin embargo tiene repercusión hoy”. Acompañado por su esposa el domingo participó llevando ofrendas para la comunión en la Basílica de San Pedro y fue bendecido antes y durante la misa por el papa Francisco. Consultado por Mama Antula y en qué deberíamos los argentinos reflejarnos en ella indicó que debemos ser más comunidad y estar unidos. “Vivimos tirando por varias cosas. Somos un país muy controvertido. Y Mama Antula viene a ampararlo y a llevarnos junto a Dios”. Luego contó que viajó a Santiago, a Silipica. “Yo he ido, quería ver desde dónde había salido ella, desde dónde había partido. Cuando fui, me dijeron, mirá que está en la última parte del proceso. No digas nada. Y no dije nada. O sea, fui como un peregrino más. Porque yo me siento así también. Ahora, caminé un kilómetro por esa tierra”