En el que sería un nuevo cumpleaños de Marita Verón, Susana Trimarco compartió una conmovedora carta dedicada a su hija, desaparecida hace más de 20 años. El mensaje, cargado de amor, dolor y esperanza, resalta la fortaleza de una madre que convirtió su tragedia personal en una lucha incansable contra la trata de personas en Argentina.
“Hoy el mundo se detiene para recordarte”
El 14 de diciembre, fecha del nacimiento de Marita, Trimarco reflexionó sobre el impacto de su ausencia y cómo, a pesar de los años, su esencia permanece presente en cada paso de su vida. “Querida Marita: Hoy, como cada 14 de diciembre, el mundo se detiene un instante para recordarte”, inicia el mensaje que resuena en la memoria de quienes la acompañan en su búsqueda.
Querida Marita Hoy, como cada 14 de diciembre, el mundo se detiene un instante para recordarte, para imaginarte aquí con tus abrazos que siembre llenaban cada espacio de amor. Te extraño cada día de mi vida y te amo con cada parte de mi ser. Tu mamá, Susana pic.twitter.com/apAptq5sKK
— Susana Trimarco (@SusanaTrimarco) December 14, 2024
En el escrito, Trimarco rememora los momentos felices que compartieron, como los abrazos y la risa de Marita, y cómo esos recuerdos la impulsan a seguir adelante. “Sos mi guía, mi fuerza para no detenerme, mi inspiración para seguir luchando por la verdad, por la justicia y por un mundo donde nadie más pase por lo que pasamos nosotras”, expresa con profunda determinación.
Un legado de amor en su nieta
La carta también destaca el papel de Micaela, la hija de Marita, como un pilar de esperanza. Trimarco asegura que ve reflejada a Marita en cada gesto de su nieta. “Micaela es tu reflejo más puro. En sus ojos veo tu mirada, y en su risa escucho la tuya”, señala, reconociendo cómo ese lazo mantiene viva la presencia de su hija en su vida cotidiana.
Susana Trimarco no solo se enfoca en el dolor de la ausencia, sino que utiliza la memoria de Marita como una fuerza movilizadora para continuar luchando contra la trata de personas. “Tu cumpleaños es un recordatorio de que la lucha que emprendimos juntas trasciende el tiempo y el espacio, y que mientras siga habiendo una madre buscando a su hija, estaré ahí, como vos estarías, alzando la voz”.
La carta concluye con palabras de amor eterno hacia Marita, dejando en claro que su luz sigue guiando cada paso de Trimarco. “Te extraño cada día de mi vida, pero sé que estás conmigo, en cada paso, en cada logro, y en cada mirada de tu hija. Te amo con todo mi ser, y seguiré luchando hasta el último de mis días”.