En un giro impactante, el conocido streamer argentino Leonel Borroni, más reconocido como "Un León Viajero" en las redes sociales, ha sido detenido por la Policía Federal Argentina por el delito de tenencia y distribución de material pedófilo. Borroni, quien contaba con una gran cantidad de seguidores en plataformas como TikTok, YouTube e Instagram, fue capturado en su residencia en San Justo, provincia de Buenos Aires, tras una investigación que involucra a otros sospechosos.
El arresto de Borroni, de 37 años de edad, ha sacudido a la comunidad de internet, donde era ampliamente conocido por sus videos en los que mostraba sus viajes en moto por distintos lugares de Argentina y países vecinos. A pesar de su popularidad en las redes sociales, Borroni ha sido vinculado a la posesión de material ilegal que muestra abuso sexual infantil, específicamente de niños menores de 13 años.
Según fuentes del caso, la División Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia de la Policía Federal llevó a cabo el operativo de arresto tras recibir una alerta de la organización estadounidense NCMEC (National Center For Missing and Exploited Children), la cual monitorea y rastrea actividades relacionadas con material prohibido. Se han incautado dispositivos electrónicos en la residencia de Borroni, que serán sometidos a peritaje para profundizar en la investigación.
Además de Borroni, otras tres personas fueron detenidas en relación con el mismo caso, incluyendo a un menor de edad, un profesor de educación física y un empleado de una empresa de tecnología. Las autoridades judiciales han autorizado los arrestos en distintas localidades del conurbano bonaerense, como Virrey del Pino, Laferrere, Rafael Castillo y González Catán.
El caso ha puesto de manifiesto la gravedad de la posesión y distribución de material pedófilo en internet, así como la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra este tipo de delitos. Se espera que Borroni sea indagado en las próximas horas por la fiscal Lorena Pecorelli, mientras que el análisis de los dispositivos electrónicos incautados revela una preocupante tendencia en ascenso: la creación de imágenes de abuso sexual infantil utilizando inteligencia artificial.