El mercado laboral argentino atraviesa una reconfiguración marcada por la pérdida de empleos registrados desde el inicio del gobierno de Javier Milei. Según el último informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), entre noviembre de 2023 y marzo de 2025 se perdieron 195.674 puestos de trabajo formales, lo que representa un retroceso significativo en los distintos sectores del empleo asalariado.

El análisis, elaborado por la Secretaría de Trabajo, detalla que los empleos en el sector privado cayeron de 6.369.119 a 6.253.766, lo que implica una pérdida de 115.353 puestos. A esta cifra se suma la reducción de 58.210 cargos en el ámbito público y la baja de 22.111 trabajadoras de casas particulares, que pasaron de 463.640 a 441.529.

En contrapartida, el único sector que registró una mejora fue el trabajo independiente a través del monotributo, que sumó 74.997 personas, al pasar de 2.037.762 a 2.112.759 registrados en el mismo período.

“Contra noviembre de 2023, la caída asciende a 195.674 trabajadores: 59% en el sector privado, 30% en el público y 11% en casas particulares”, explicó Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma.

Empleo en retroceso y una recuperación que no llega

El informe oficial advierte que el empleo formal comenzó su etapa de contracción en septiembre de 2023, y aunque hubo algunas señales de moderación en la caída, la recuperación se mantiene débil y discontinua. En marzo de 2025, por ejemplo, el sistema registró una baja mensual de 7.300 trabajadores asalariados.

Durante los primeros meses del año, las variaciones laborales fueron mínimas: caída del 0,1% en enero, leve repunte del 0,2% en febrero, y nueva baja del 0,1% en marzo, lo que refleja una estabilización sin crecimiento en el empleo formal.

Campos señaló que el mercado laboral "no se enteró del rebote", aludiendo a que la mejora en algunos indicadores macroeconómicos no se trasladó al trabajo registrado. De hecho, puntualizó que en los últimos dos años no se había tocado un piso tan bajo en empleo formal privado, y que la tendencia no muestra signos de reversión clara.

“El empleo formal está estancado en mínimos desde hace varios meses y la recuperación salarial del segundo semestre ya se agotó. Crédito, dólares del colchón, lo que sea. El mercado laboral está necesitando alguien que lo empuje”, cerró el investigador.

Un cambio de estructura laboral

Los datos del SIPA reflejan un cambio en la estructura del trabajo argentino, donde el trabajo autónomo mediante monotributo parece ser la única vía de crecimiento, en un contexto de reducción del empleo asalariado. Si bien este esquema ofrece una opción formal para trabajadores independientes, también es síntoma de mayor informalidad y precarización, en comparación con el empleo registrado bajo relación de dependencia.

Las cifras exponen una fotografía preocupante del mercado laboral: caída de empleos estables, freno a la recuperación salarial, y crecimiento de modalidades laborales menos protegidas. En un país donde la inflación, la recesión y el ajuste del gasto público siguen marcando el ritmo económico, la generación de empleo genuino continúa siendo uno de los grandes desafíos pendientes del actual gobierno.