Un jubilado residente en la ciudad de Añatuya, departamento General Taboada, denunció la semana pasada que desconocidos le vaciaron la cuenta bancaria: a través de dos transacciones, le sacaron $ 1.081.000.
Según el hombre de 72 años, se dirigió a un comercio para realizar una compra. A la hora de pagar con su tarjeta, el ticket indicó “sin fondos”.
El damnificado acudió a un cajero automático para extraer el comprobante de sus últimos movimientos: allí figuraban dos operaciones bancarias no autorizadas: una de $ 473.000 y otra de $ 608.000.
El equipo de Nuevo Diario, a propósito de este hecho, se comunicó con Matías Faila, ingeniero especializado en ciberseguridad y cibercrimen, quien advirtió que este “es un delito más común de lo que se cree”.
“Los casos como este, donde personas mayores son víctimas de delitos bancarios, son lamentablemente comunes y prevenibles en gran medida si se implementan buenas prácticas de ciberseguridad y educación digital”, señaló.
Recomendaciones
Faila compartió una serie de recomendaciones:
1) Educación digital básica y concientización.
- Enseñar sobre estafas comunes: explicar a los ancianos cómo identificar estafas frecuentes como phishing, llamadas fraudulentas y enlaces sospechosos en correos o mensajes de texto.
- Promover la duda razonable: hacer énfasis en que ninguna entidad bancaria pedirá datos sensibles (contraseñas, tokens, CVC) por teléfono, correo o SMS.
2) Mejora en el manejo de cuentas bancarias.
- Usar tokens de seguridad: asegurarse de que las cuentas estén protegidas con autenticación de dos factores (2FA), como tokens bancarios físicos o digitales.
- Activar notificaciones de transacciones: configurar alertas para cada movimiento de la cuenta bancaria en tiempo real. Esto les permitirá detectar actividades sospechosas inmediatamente.
- Establecer límites de transferencias: reducir el monto máximo de transferencias o pagos diarios en cuentas con grandes sumas de dinero.
3) Buenas prácticas de manejo de tarjetas.
- Nunca compartir el PIN: enseñar que el PIN es personal y que no deben confiar en extraños para operar cajeros.
- Revisar cajeros automáticos: insistir en la verificación física de cajeros para identificar skimmers (dispositivos para clonar tarjetas).
- Uso exclusivo de tarjetas: sugerir el uso de una cuenta separada para operaciones diarias con montos limitados, evitando exponer la cuenta principal.
4) Configuración segura de dispositivos.
- Teléfonos y computadoras: mantener actualizados los sistemas operativos y aplicaciones bancarias.
- Antivirus y protección: instalar software de seguridad y educar en el uso de redes Wi-Fi seguras.
- Evitar compartir dispositivos: los dispositivos personales no deben ser utilizados por terceros sin supervisión.
5) Monitoreo y auditoría de cuentas.
- Revisiones periódicas: motivar a los ancianos o sus familiares a verificar los estados de cuenta regularmente.
- Terceros confiables: designar a un familiar o tutor que supervise las cuentas bancarias si el anciano tiene poca experiencia en manejo digital.
6) Asesoramiento en herramientas bancarias.
- Bloqueo de accesos rápidos: solicitar al banco medidas como el bloqueo de transferencias internacionales si no son necesarias.
- Uso de banca en sucursal: fomentar el uso de métodos presenciales para grandes transacciones, evitando la exposición digital.
7) Participación activa de las instituciones.
- Capacitación bancaria: promover que las instituciones ofrezcan talleres gratuitos para adultos mayores sobre manejo seguro de cuentas.
- Diseño de sistemas más seguros: Insistir en que los bancos implementen medidas como validaciones biométricas o autenticación robusta para grandes transacciones.
A tener en cuenta
Faila admitió que “cuando uno se pone a leer estas recomendaciones, parece mucho”, sin embargo, aseguró que “es muy importante tener un control sobre esto”.
¿Qué hacer ante movimientos sospechosos?
Faila también profundizó en un “plan ante incidentes”.
- Bloquear la cuenta inmediatamente: contactar al banco para detener el acceso a la cuenta.
-Reportar el fraude: radicar la denuncia en una comisaría y recopilar pruebas como capturas de pantalla, mensajes y comprobantes bancarios.
- Seguimiento con la entidad financiera: solicitar asesoría sobre reembolsos en caso de fraudes comprobados.
El especialista garantizó que “con una combinación de educación, buenas prácticas y soporte técnico, es posible reducir significativamente el riesgo de que los ancianos sean víctimas de delitos financieros”. No obstante, con “una buena difusión vamos a lograr que la red se haga un poco más segura”.