En este día tan especial se celebra a todas las madres en la Argentina, con un beso, un abrazo, un presente y lo más importante compartir un momento fraterno. Pero hay quienes no podrán dar este saludo cálido, ya que aquella persona que les dio la vida dejó este mundo y deberán acogerse en sus mejores recuerdos y fotos. En este caso, el homenaje será a ellas, las que no están físicamente pero siempre vivirán en el corazón y mente de sus hijos.
Tres semanas pasaron de una gran pérdida en la ciudad de La Banda, la escritora y profesora Lidia “Nené” Grana de Manfredi dejó de existir grabando una huella imborrable en la sociedad bandeña y santiagueña en general, pero más que nada en la vida de sus hijos. Todos conocían su talento y pasión en cada paso que daba en pos de mejorar la sociedad, pero para Daniel (quien dejó de existir hace algunos años), Juan Carlos, Mónica, Susana y Silvina era mamá, “exigente, organizada porque tenía 5 hijos imagínense, era tan comprometida con su trabajo como con su rol de mamá y mujer de la casa también, esa era su esencia”, comenzó contando Susana, quien junto a Silvina y Mónica recibieron al equipo de Nuevo Diario entre decenas de fotos, una mesa con dulces —como acostumbraba “Nené”— y un gran afecto, para rememorar hermosos momentos.
“Como docente para ella el sol era el sistema educativo, de ahí no la ibas a sacar, no faltar a la escuela, participar, tener buenas notas y aparte de esto también las actividades extraescolares, así nos crió a todos y nos acompañó en cada paso que dábamos. A la mañana era la escuela y a la tarde debíamos tener alguna actividad que hacer”, agregaron en conjunto con Silvina.
“El equilibrio era mi papá, él era más desestructurado, incluso a mis hermanos los sacaba de la escuela para llevarlos al aeropuerto porque era aficionado a la aviación, y bueno para qué, cuando se enteraba mi mamá se venía la guerra en la casa porque faltaban al colegio, pero siempre fue ese el equilibrio que tuvimos”, agregaron.
Aggiornándose
Al crecer, con hijos adolescentes las situaciones fueron más complejas, “nos rebelábamos”, afirmó Susana, “ya no queríamos cumplir todo ese itinerario, pero ella estaba ahí igual exigiendo, y hoy lo agradecemos, todos somos profesionales gracias a ella, a su persistencia, porque así como lo era en su vida fue con nosotros, que lo entendimos hasta grandes cuando nos tocó tener a nuestros hijos”, agregó.
Una anécdota que tengo muy presente era que “si salíamos con nuestros noviecitos teníamos que volver a la hora que ella nos decía, y si no llegábamos se ponía a regar un cantero que tenía afuera, yo llegaba a las dos y pico de la mañana supongamos y la veía afuera, ya sabía la que se venía por no haber llegado a horario”, contó Silvina.
“Con los nietos, que son 15 ya, también fue un tema, decirle que se iban a vivir en pareja sin casarse, fue algo que con los años lo tuvo que aceptar, y la verdad es que nos sorprendió, pero a la vez no dejaba de estar pendiente de ellos, en todo, incluso más que nosotros, tenía un grupo de Whatsapp con ellos, pero sabía individualmente qué le pasaba a cada uno. También les inculcó la importancia del estudio como a nosotros. Fue una madre y abuela excepcional realmente”.
Trabajo y el ser madre
“Era una madre muy presente, estaba en todo, nunca dejó de lado su rol como mamá para trabajar ni dejó de ser responsable con sus tareas laborales por ser madre. Era inspectora de Educación Física en las escuelas, si teníamos que ir nosotros por algún motivo o competencia a otra escuela, o viajábamos ella aprovechaba e iba a hacer su trabajo”.
“No desperdiciaba el tiempo en nada y nos acompañaba a nosotros también, en eso no podemos decir que fue ausente por todo el trabajo que tenía y con el que se comprometía, no, porque sería mentir, jamás nos dejó de acompañar”, dijo Susana.
Unión familiar
“Otra cosa que nos inculcó fue el amor a la familia, la unión, hasta el último nos pidió que seamos unidos, que no peleemos, nos inculcó principios de lo que es tomar como hábito que el fin de semana nos juntemos, cuándo éramos chicos cada domingo veníamos a esta casa que era de mis abuelos, a almorzar y tomar el té y hasta el día de hoy eso está presente, en nuestros hijos y nietos también”, contó Silvina.
Un domingo diferente
En la reunión familiar hoy habrá una silla vacía, la más importante inclusive, ante una pérdida tan reciente las emociones están a flor de piel, los recuerdos surgen a cada segundo, “cada uno fue creando su propio duelo en estas semanas y lo respetamos, nos reuniremos todos los hermanos, nietos que estén aquí porque muchos viven en el exterior y bisnietos, como a ella le gustaba y vamos a llevar todas las fotos para mostrarles a los chicos que quizás nunca las vieron”.
“Va a ser duro para todos, decidimos no pasarla aquí (en su casa), pero vamos a cumplir eso que a ella le encantaba, vernos a todos reunidos en familia”, aseguró Silvina.
Como esta familia, muchos dedicarán unos minutos con lágrimas o una sonrisa quizás a aquellas guerreras y ejemplos de mujer a través de la maternidad, que dieron todo por verlos felices, “mi mamá no fue solo para nosotros 5, tuvo muchos hijos y nietos, en el velorio lo pudimos ver cuando nos tocó a nosotras consolar incluso a otros que decían ‘era como mi madre’, ahí vimos todo el cariño que había dejado, no solo en nuestra familia sino en tanta gente”, cerró Mónica.
Por su parte, Silvina dijo: “El padre Gastón dijo algo que me quedó presente, ‘Nené’ lo entregó todo en esta vida, sus conocimientos, su amor a la familia, a instituciones y a tanta gente, no se guardó nada, increíble haber vivido así tan plenamente”.