Policiales

Cevilán dijo que se vio implicado en el crimen de Corlli por "ser un comedido"

Ayer, el chapista Héctor Angilio Cevilán amplió su indagatoria en relación al brutal asesinato de Dante Edmundo Corlli, y declaró sin contestar a preguntas de la fiscal Luciana Jacobo, aseverando que se vio implicado en el crimen por "ser comedido" y hacerle el favor al homicida Raúl Fernando Pérez, quien no conocía donde vivía el occiso, de llevarlo hacia el domicilio de este.

Cevilán, que en el interrogatorio estuvo asistido por los Dres. Lucas Vieyra Ortiz y Rodolfo Cuestas, dijo que Pérez se conocía con Corlli desde que este vivía en el barrio Almirante Brown, "donde ambos tenían un negocio de drogas", explicando que después el occiso fue a vivir en el barrio Centenario.

El chapista aseveró que días antes del hecho —ocurrido el 16 de marzo de 2024— Pérez lo contactó porque sabía que era amigo de Corlli, y le pidió que en algún momento lo llevara a la casa de este para dialogar por un tema de drogas, aunque desconocía si seguían con el "negocio de drogas".

"De comedido"

Dijo que aceptó el pedido de Pérez "de comedido, y por hacerle un favor a él". Le dijo a Pérez que lo llevaría de noche porque "Corlli vivía en la calle y regresaba a la noche a la casa", y que él también trabajaba en el taller todo el día, por lo que sería más fácil a la noche.

Luego relató el periplo que realizaron, primero en auto y luego en moto, hasta llegar a la casa de Corlli, donde le dijo "te voy a esperar en la esquina", ya que "era un tema de ellos", aseverando que cuando Pérez regresó lo hizo con las manos en el bolsillo y nunca vio que tenía una herida en la mano ni que tenía sangre, advirtiendo que era lo único en lo que difiere sus dichos de ahora con lo que declaró antes, cuando dijo —"por consejo de mis anteriores abogados"— que le había visto un corte una mano.

Indicó que luego fueron a casa de su madre para dejar la moto y buscar el auto, con el cual lo trasladó hacia la costanera, donde Pérez bajó unos minutos, y al volver lo llevó a su casa sin preguntarle qué hizo.

"A Pérez le dijeron que me embarre y que así él quedaría libre"

Héctor Cevilán sostuvo que al otro día del hecho un familiar le contó que, al parecer, Dante Corlli se había suicidado, aunque todo era incertidumbre respecto de lo que había pasado, recordando que fue un rato al velatorio pero no a la inhumación.

Indicó que días después un familiar le dijo que la Policía estaba en el taller de la calle Maipú, y que él debía presentarse en la sede de la División Homicidios, adonde fue y le hicieron entregar el celular.

Afirmó que en el lugar tanto él como su exesposa sufrieron "torturas psicológicas", aunque admitió que no fue golpeado. Sospechó que su celular fue manipulado para borrar el contacto de Corlli y las comunicaciones con este, y así acusarlo a él de haber eliminado los mensajes.

Recordó que tras quedar detenido fue visitado por sus anteriores abogados, quienes "me prepararon para que declare de una manera, y así quedaría libre, pero no fue así".

Recordó que él declaró y que Pérez se abstuvo, "pero fue entonces que le hicieron la cabeza diciéndole que yo lo estaba mandando a perder, y le decían que me embarre". Relató que se enteró de ello cuando se cruzó con Pérez en el Penal, y luego de que le reclamara por lo que había declarado, a lo que Pérez le respondió "que su abogado y las fiscales le dijeron que me culpe y él quedaría libre".

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