Santiagueños y turistas comenzaron a recorrer la Feria Artesanal, inaugurada el viernes pasado.
Los visitantes pasaron por los aproximadamente 500 stands que se encuentran repartidos entre el predio de Changolandia y El Rosedal.
Nuevo Diario dialogó con tres artesanos provenientes de diferentes partes del país para conocer detalles sobre sus emprendimientos y opiniones respecto a la feria.
Natalia Fernández Cisneros, artista plástica oriunda de Tandil, Buenos Aires, se dedica a la cerámica.
"Hago productos que son únicos: objetos de decoración, platos, porta sahumerios y casitas sahumadoras", explicó.
Fernández Cisneros, que está presente en la feria por segundo año consecutivo, aborda la temática "gatitos". "El año pasado estuvo muy buena, anduvo un montón de gente. Me fue muy bien con las ventas; gustan mucho mis productos. Si bien hay varios puestos de cerámica en las ferias, cuando hay una identidad en el producto, se nota en la respuesta de la gente", analizó.
La artista plástica, por otra parte, reconoció el "buen recibimiento de la gente" y la convocatoria, además de las condiciones climáticas de la región y la comida.
Sandra Cavaggion, artista cordobesa, arribó junto a Eva, su hermana. Ambas ofrecen macetas, portamacetas y vasijas de barro.
Al igual que Fernández Cisneros, este es el segundo año consecutivo en el que las provenientes de Villa Giardino dicen presente en Changolandia.
"Las macetas se cocinan a aproximadamente 800 °C. Luego se retiran y nosotras les hacemos la decoración. Hace unos 20 años que nos dedicamos a esto", comentó.
Cavaggion, sobre su primera experiencia, recordó: "Fue fantástica, hermosa. No solamente por todo este predio, que es maravilloso, sino por la gente, que es muy cálida y amable. Se siente una energía muy linda al ingresar. Eso nos conmovió muchísimo".
Asimismo, las entrevistadas observaron que "el ingreso de dinero es muy favorable a comparación de otras ferias" a las que fueron.
"No soy de poner muchas expectativas, pero sí de poner toda la energía. El resto viene solo con la buena onda que hay acá", señaló.
José Aliendro, artesano de Villa Cañás, Santa Fe, trabaja mates en metal (alpaca) y madera (algarrobo y caldén).
"Esta es una de las mejores (ferias). Es muy grande y se trabaja bien durante varios días. El tiempo es hermoso para los que venimos de afuera", advirtió.
Aliendro, a diferencia de las entrevistadas, asistió en varias oportunidades al evento.
"Uno cuando va a un lugar y no trabaja, no vuelve más; busca otro espacio, por eso sigo viniendo. Vale mucho el sacrificio, pero desde que vengo jamás me ha ido mal", aseguró.