En un giro inesperado, esta mañana aparecieron carteles en las cercanías del Congreso de la Nación con la imagen de Victoria Villarruel, la vicepresidente de la Nación. Los afiches, que rápidamente captaron la atención mediática, muestran a Villarruel vestida con un poncho y sombrero, acompañada de la leyenda "La agenda de la Patria", junto con simbología patriótica que incluye las Islas Malvinas, la Virgen de Luján y una escarapela. La firma de los carteles pertenece al Movimiento Nacional Justicialista y a una agrupación vinculada a José Ignacio Rucci, un sector del peronismo.
Sin embargo, desde el entorno de Victoria Villarruel salieron rápidamente a desmarcarse de los carteles. En declaraciones a la prensa, afirmaron que este tipo de prácticas son propias de "la vieja política", una estrategia que no corresponde a la postura que la vicepresidente representa. "Nosotros no somos la vieja política", indicaron, destacando que la colocación de los carteles tiene como fin "generar conflicto" y ensuciar el clima político actual.
Un mensaje cargado de simbolismo
Los carteles en cuestión no solo presentan la imagen de Villarruel con la consigna “Dios, Patria, Justicia Social”, sino que también incluyen una serie de símbolos nacionales, como las Islas Malvinas pintadas de celeste y blanco y figuras históricas clave de la historia argentina. Entre ellas, destacan los rostros de José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Juan Domingo Perón y el ex coronel Mohamed Alí Seineldín, una figura controvertida por su implicación en los levantamientos militares de la década de 1980.
La ubicación de los afiches, en la Avenida Rivadavia, cerca del Congreso, aumenta la especulación sobre su intención política. Algunos analistas sugieren que su aparición en un lugar tan visible podría estar dirigida a crear divisiones y tensiones dentro del gobierno, en particular entre la vicepresidente y el presidente Javier Milei, con quien la relación ha estado marcada por la desconfianza y las tensiones desde el inicio de su mandato.
Tensiones con Milei y la búsqueda de distensión
La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel ha atravesado varios altibajos, especialmente luego de que el presidente calificara a la vicepresidente de estar "más cerca de la casta" en declaraciones públicas. Este comentario desató una serie de cruces y tensiones que amenazaron con convertirse en una crisis institucional. En los últimos días, sin embargo, Villarruel ha tomado medidas para desescalar el conflicto, evitando el debate de proyectos polémicos en el Senado y reafirmando su compromiso con el gobierno en reuniones con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El presidente Milei, por su parte, ha mantenido su postura crítica hacia la vicepresidente, a quien le ha recriminado su distanciamiento de las decisiones de gobierno. Sin embargo, Villarruel también ha hecho gestos para suavizar la relación, como retirar de su perfil en X un comentario contra Francia que había generado tensiones diplomáticas.
El posible objetivo de los afiches
En el ámbito político, se interpreta que los carteles podrían ser una estrategia para enrarecer el clima de distensión logrado esta semana entre Villarruel y Milei. Algunos analistas consideran que esta maniobra busca obstaculizar el acercamiento entre ambos, que podría dar lugar a una reconciliación en el seno del gobierno y fortalecer el binomio que asumió el poder hace casi un año.
Este episodio pone de manifiesto las dificultades internas que enfrenta el gobierno, y la utilización de viejas tácticas políticas como los afiches, que siguen siendo una herramienta de comunicación efectiva, a pesar del predominio de las redes sociales y otros medios digitales. La política de gestos y simbolismos sigue siendo una estrategia clave en el contexto argentino, y en este caso, los carteles de "Victoria Conducción" parecen ser un nuevo capítulo en la compleja relación entre los actores del gobierno.