Según el informe anual de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2024 se registraron 4.027 muertes por siniestros viales en Argentina, la cifra más baja en más de una década, con una tasa nacional de 8,6 muertes cada 100.000 habitantes. Sin embargo, Santiago del Estero encabeza la lista de provincias con mayor tasa de víctimas fatales, alcanzando los 14,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes, seguida por La Rioja (13,8) y Misiones (13,3).
El reporte, difundido en el marco del Día Nacional de la Seguridad Vial, el pasado mes de junio, fue elaborado por la Dirección Nacional del Observatorio Vial, que recopila datos reportados por las distintas jurisdicciones provinciales y municipales. Considera como víctima fatal a toda persona fallecida en el lugar del hecho o dentro de los 30 días posteriores al siniestro.
En términos absolutos, la provincia de Buenos Aires se ubicó al tope con 1.231 muertes, seguida por Córdoba (379), Santa Fe (341), Tucumán (227) y Misiones (191).
Rutas, motos y jóvenes: el patrón que se repite
El informe señala que el 52% de los siniestros fatales ocurrió en rutas: un 28% en rutas nacionales y 24% en provinciales. Las colisiones fueron la principal causa (6 de cada 10 muertes), y los horarios más críticos fueron entre las 6 y 7 de la mañana y entre las 19 y 21 horas, coincidentes con la movilidad laboral y escolar.
El perfil de las víctimas no muestra grandes variaciones respecto a años anteriores. El 78% eran hombres, en su mayoría jóvenes de entre 15 y 34 años, y el 46% de los fallecidos conducía motocicletas, fenómeno particularmente acentuado en el norte del país. En tanto, en la Patagonia predominan los siniestros que involucran vehículos livianos.
Críticas al sistema de medición y posibles subregistros
Pese a que las cifras marcan un descenso sostenido desde 2018 —en línea con tendencias regionales—, expertos en seguridad vial advirtieron sobre posibles subregistros y problemas en la calidad de los datos.
“Las estadísticas viales que recopilan las provincias son escasas y de mala calidad. No se realiza un seguimiento adecuado de los casos que no terminan en muerte inmediata”, aseguró Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam).
Por su parte, Valeria Unzaga, coordinadora de datos de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Global, remarcó la falta de articulación entre la ANSV y las provincias. “Hay que trabajar más cerca de quienes generan los datos, que en muchos casos son las fuerzas de seguridad provinciales”, afirmó. También alertó sobre el creciente peso de los motociclistas entre las víctimas, un fenómeno que se repite en toda América Latina.
Desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), Gustavo Brambati consideró que la baja en las cifras puede responder más a la caída en la actividad económica que a políticas públicas concretas en materia de seguridad vial. “No vemos acciones profundas que justifiquen una baja tan marcada”, apuntó.
Santiago del Estero, en la mira
El dato que encendió las alarmas fue la posición de Santiago del Estero, que encabeza la tasa de mortalidad vial a nivel nacional. Aunque los números absolutos no sean los más altos del país, la cantidad de muertes en relación con su población expone una problemática grave en términos de infraestructura, controles y prevención.
Con información de Perfil