Ricardo Alfonsín, dirigente de extracción radical y exembajador argentino en España, analizó la condena a Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de la Nación; apuntó contra Propuesta Republicana, La Libertad Avanza y el radicalismo, defendió a las provincias y recordó la figura de Raúl, su padre, en una entrevista exclusiva con Nuevo Diario.

- ¿Qué reflexión le merece la última semana, condena a Cristina de por medio, en términos políticos?

- El hecho de que la Corte (Suprema de Justicia) no haya tramitado el recurso extraordinario, lejos de despejar las dudas acerca de la imparcialidad de las instancias recurridas, las ha reforzado. Esta desconfianza afecta a la legitimidad de la institucionalidad republicana y democrática. Profundiza la división entre los argentinos y generará, seguramente, situaciones muy complejas hacia adelante, que espero que la política, con madurez, pueda enfrentarlas.

- ¿Qué rol le cabe a la sociedad?

- Hay que demostrar que la sociedad no es indiferente frente al cumplimiento de la ley por parte de los poderes del Estado, en este caso por parte de los tribunales que juzgaron a la expresidenta. El 99,99% de los políticos que opinan sobre el expediente no lo han leído. Me entero de cómo se tramitó la causa por lo que leo en los diarios. Ahora, en un diario leo una cosa y en otro lo contrario. Claro que ambos no pueden tener razón. Entonces, ¿qué hago? Consulto a especialistas que sí conocen la causa y que me merecen confianza y que no tienen interés partidario. Todos, absolutamente todos, me han dicho que han ocurrido hechos que arrojan muchísimas dudas acerca de la imparcialidad con la que se han manejado las instancias recurridas. Lo que realmente se perseguía era la proscripción electoral de la expresidenta.

- Hablando de medios, algunos anticiparon la condena con bastante anterioridad… Incluso la fecha. ¿Cómo se explica eso?

- Anticipaban el día del fallo, pero no es la primera vez. Algunos anticipaban otras decisiones con una anterioridad que es difícil de explicar; pero este no es un problema de los medios, sino de la Justicia. ¿Cómo puede ocurrir eso? La mayoría de los argentinos no cree en la Justicia y duda acerca de su imparcialidad e independencia.

- ¿Es solo responsabilidad de la Justicia?

- Es responsabilidad de todos. No hay nadie que pueda tirar la primera piedra. Si bien me opuse a la conformación del frente Cambiemos y fui muy crítico con la gestión de (Mauricio) Macri, desde 2015 a 2019 no hicieron nada para que las instituciones pudieran funcionar mejor. Nada, absolutamente nada. A pesar de que había muchos dirigentes que habían justificado a ese frente porque decían que iban a recomponer o a hacer que las instituciones funcionaran bien y así recuperar la confianza de la gente en la Justicia. No hicieron nada; nada, ni una coma modificaron de las leyes que dijeron que había que modificar, como por ejemplo la ley que reglamenta el uso de los DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) ni la ley que dice cómo debe entregarse el Consejo de la Magistratura. Además, en Cambiemos hubo otras cosas: también se designaron jueces de la Corte por decreto, cosa que revela su nula preocupación por la democracia y la república; el tema del espionaje… Hay varias cuestiones que podría mencionar como demostración de que Cambiemos no se manejó con preocupación por lo institucional. Me da la impresión de que a la derecha le preocupa lo institucional solo cuando no gobierna la derecha.

- ¿Y ahora en qué contexto nos encontramos?

- Peor. El frente que decía que se había creado para defender a la República ahora está peleando o prendiendo velas para que (Javier) Milei le permita formar parte del gobierno, y hablo del PRO y del radicalismo. Estamos —en pocas palabras— en el gobierno desde 1983 a la fecha, más autoritario, más oligárquico, menos republicano y menos federal. Y sé por qué lo digo, porque me reúno con los funcionarios de la provincia de Buenos Aires para saber, con exactitud, la cantidad de dinero que la Nación le retiene de manera testicular, porque lo hacen sin dar una explicación a nadie. Agrego que tan grave como esto es el hecho de que los partidos del PRO o el radicalismo en la provincia de Buenos Aires no reclamen nada, cuando en realidad esos recursos son de los habitantes.

- ¿Qué avizora para el futuro?

- No van a ganar las elecciones. Recorro la provincia y visito instituciones intermedias como, por ejemplo, sociedades de fomento, centros de jubilados, sindicatos, cámaras de comercio, comunidades comunitarias, y hablamos acerca del país. Cuando les preguntamos "qué piensan o cómo están los que votaron a Milei", todos responden lo mismo: un gran porcentaje de los votantes de La Libertad Avanza está desahuciado, enojado, muy desilusionado con el Gobierno nacional. Las expectativas negativas son crecientes. Eso sí, también nos dicen que no "capitaniza" nadie. Esto último se pone de manifiesto en la escasa participación electoral que se ha registrado en las elecciones. No creo que vayan a ganar porque les preguntamos si están igual, mejor o peor con este gobierno, y nos responden "peor".

- ¿Qué diría su padre ante este contexto?

- Lo mismo que yo. Mi padre lo dijo con relación al acuerdo con la derecha: "¡No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza!". Como radicales, le hacen homenajes a (Raúl) Alfonsín, (Hipólito) Yrigoyen, (Arturo) Illia, cuando hacen exactamente lo contrario de lo que estos dirigentes representan. Él, frente al gobierno de Cambiemos, hubiera tenido la misma posición que tuve yo; además, estoy convencido de que hubiera renunciado al partido. No ha ocurrido nada que me permita presumir que fueran a cambiar (en referencia al radicalismo), pero ojalá cambien.

- ¿Qué opina sobre Santiago del Estero?

- Conozco más de mi provincia… Cuando digo que este gobierno es el menos federal, no estoy hablando de abstracciones: se quedan con recursos que son de las provincias, no del gobierno. Recursos que podrían ser utilizados para pavimentar calles, para hacer cloacas, para mejorar hospitales, para planes de vivienda. En el caso de la provincia de Buenos Aires, perdemos ¡11 billones de pesos! Estoy seguro de que en la provincia de Santiago, aunque no tengo la misma información que tengo respecto de mi provincia, sufren los mismos condicionamientos y las mismas exacciones que sufren en el resto del país.