La megarexia afecta a ambos sexos, aunque predomina en la mujer entre la segunda y tercera década de vida; no tiene causa específica pero influyen factores ambientales y psicológicos, sobre todo en la consideración de la autoestima.
A diferencia de la anorexia y bulimia, la megarexia se caracteriza porque las personas se ven a sí mismas como sanas y delgadas, cuando realmente padecen obesidad. Es un problema de salud del cual se habla y se conoce muy poco, es así que cuando se hace referencia a los problemas alimenticios ni siquiera se los menciona.
La distorsión que tienen sobre su peso, hace sentir a estas personas satisfechas y orgullosas de su aspecto físico, además de que opinan que su condición es sinónimo de fuerza y vitalidad.
Por estos motivos es que no realizan ningún tipo de tratamiento nutricional, no se ejercitan, tienen hábitos poco saludables y consumen una gran cantidad de alimentos con calorías vacías como pan, papas fritas, dulces o comida pre-cocida.
Como todo trastorno alimenticio, tarde o temprano, comenzará a exhibir sus consecuencias. Se produce una grave carencia de vitaminas y minerales que pueden derivar en anemia, problemas del corazón u otras enfermedades que tienen como resultado la muerte. Los casos de obesidad se han incrementado en los últimos años y la megarexia puede ser uno de los causantes.
Los especialistas creen que la cantidad de personas afectadas con esta problemática es elevada, considerando los incrementos de casos de obesidad y sobrepeso. Los megaréxicos llegan a percibirse saludables y por lo tanto consumen alimentos que no son nutritivos. Entre las secuelas podemos mencionar una mala nutrición por micronutrientes; el cerebro se ve afectado debido a la desnutrición de vitaminas, minerales y aminoácidos que pueden alterar la bioquímica del cerebro.
Además se pueden desarrollar otras enfermedades como la anemia. Sufren también de abnegación, lo que puede ser perjudicial para ellos y para las personas que integran su entorno; y medida que avanza este trastorno afecta la salud de varias maneras, causando:
—Desequilibrio electrolítico y de micronutrientes.— Enfermedades cardiovasculares, diabetes, dislipidemia.
— Desorden psicológico.
— Independientemente del aspecto físico, un poder desequilibrado ocasiona falta de energía, por lo que el megaréxico se apega a la comida para sentirse mejor, y así, aunque no lo quiera forma el círculo vicioso.
Como es el caso con los trastornos de la alimentación que tienen origen psicológico, para hacer frente a la megarexia es necesario que el paciente reconozca que tiene un problema. La imagen que refleja el espejo, no coincide con las percepciones de su propio cuerpo.
En este caso es necesario que la familia les ayude a ver la realidad y normalmente necesitará la ayuda de un equipo profesional médico que logre orientarle para sobrellevar cualquier efecto que pueda impedir un buen desarrollo social.