El parásito de nombre anisakis llega a medir entre 20 y 30 milímetros pueden estar presente en diversas especies marinas como la merluza, boquerón, anchoa, sardina, el salmón que se usa en el sushi, y otros peces que no se alimentan por medio de filtración.
Esta larva puede atacar directamente a tu sistema digestivo, lo que se puede traducir en náuseas, vómitos y constantes dolores abdominales y en la boca del estómago, siempre dependiente de el lugar en el que esté localizado este parásito.
En cuanto a las reacciones alérgicas que este parásito podría provocar en tu cuerpo pueden ser desde pequeñas urticarias hasta problemas de anafilaxis, lo que significaría el el peligro mayor por el shock que esto puede provocar, desencadenando en la muerte del afectado. Pero la presencia del anisakis no solo se puede hacer notar por el consumo, ya que el contacto directo ejercido por pesadores o vendedores de este producto podría provocar problemas como rinoconjuntivitis, dermatitis o incluso asma.
En caso de que el parásito esté en el interior de tu cuerpo el tratamiento inmediato es de suma importancia por los peligros que podrían significar para tu organismo, por este motivo será necesario extraer al anisakis por medio de corticoides con la finalidad de evitar intervenciones quirúrgicas, siempre y cuando ya sepamos en dónde está localizado.
Por estos motivos es de suma importancia la prevención en esta materia, por lo que debemos asegurarnos que los pescados que consumimos hayan sido congelados, evitar comer partes cercanas al sistema digestivos del pescado y cocinarlos a más de 60° centígrados por al menos dos minutos, por lo que hacerlos a la plancha es una muy buena opción.