El gobierno de Donald Trump usó por primera vez en un conflicto de la mayor bomba no- nuclear, la llamada “Madre de todas las bombas”, al arrojarla contra un complejo de túneles del Estado Islámico en la provincia de Nangarhar (Afganistán). “Precisa y poderosa” fue la descripción que dio el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, donde la bomba que fue arrojada desde un avión militar MC-130 a las 19 hora local.

Por primera vez en la historia, Estados Unidos utilizó la bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de peso, diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos. "Esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el impulso de nuestra ofensiva contra Isis", dijo el general John Nicholson, jefe de las fuerzas estadounidenses e internacionales en Afganistán, en un comunicado.

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Las medidas del artefacto son de 9170 mm de largo, 1029 mm de diámetro explosión y tiene un radio de destrucción entre 1,4 y 1,5 kilómetros. Por su tamaño de 9500 kg requiere que sea lanzada desde un avión de carga C-130.

La bomba fue desarrollada luego de la guerra de Irak y probada en el 2003 en la Base de la Fuerza Aérea Eglin en el estado de Florida.