Amy vio la idea en Pinterest, donde luego ahondó más para descubrir qué era lo que un niño con esas características necesitaba usar para poder desarrollar mejor su capacidad de recibir información y procesarla.

Luego de investigar finalmente armó una silla muy peculiar para que los pequeños pudieran concentrarse mejor y estar más cómodos. Usó pegamento, pintura y pelotas de tenis, y con eso les cambió la vida, y pudieron comenzar a disfrutar más las horas en el establecimiento.

En la cuenta de facebook de la escuela Raymond Ellis Elementary School explicó el sistema y como beneficia a los niños: “Las pelotas de tenis en el asiento y el respaldo proporcionan una textura alternativa para mejorar la regulación sensorial“.“Quería seguir abordando las diversas necesidades sensoriales presentes en la escuela y proporcionar una opción de asiento alternativo.