Un vecino de la ciudad Capital, de apellido Carabajal, tenía la intención de cambiar de vehículo. “Buceando” en Internet, ingresó a una página de compra-venta, donde hizo contacto con el propietario de una concesionaria de Córdoba. El comerciante tenía una camioneta Honda HR-V que Carabajal deseaba. Tras varias llamadas y mensajes, llegaron a un acuerdo por el precio, que ascendía a $ 380.000.

El santiagueño entregó $ 30.000 como “seña” y le envió una camioneta Dodge Journet 2.4, modelo 2.012, que fue reconocida en $ 370.000. Con ese vehículo, Carabajal completó el costo de la flamante unidad que pretendía.

Sin embargo, con el paso de los días, el comerciante comenzó a solicitarle más dinero por “reajustes de precio”.

Asimismo, le dijo que llegó una nueva versión “full” de la camioneta Honda HR-V, por lo que el precio había ascendido. Tras varias negociaciones, el santiagueño le envió otros $ 210.000.

Nuevamente comenzó a “peregrinar” porque el cordobés no le entregaba el automotor. Cansado de llamadas, el damnificado le envió una carta documento, pero no obtuvo respuestas. Inclusive, la camioneta que había entregado como parte de pago, ya había sido vendida a un vecino de Río Ceballos, Córdoba, en $ 400.000.

Carabajal radicó la denuncia en la División Delitos Económicos y se inició una investigación. Con exhortos de la fiscal Aída Farrán Serlé, una comisión policial, a cargo del comisario inspector Hernán Gramajo, realizó allanamientos en Córdoba y secuestró la camioneta Dodge, aunque no pudo ubicar al sospechoso, Javier Monier, quien ahora es buscado por la Interpol.

Hay otras causas que se instruyen en La Banda contra el cordobés.