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Cómo evitar calambres en las piernas por la noche

Prevención.
Crédito: No importa si practicamos deporte o no: siempre es bueno estirar los músculos, al menos, una vez al día, ya que de esta forma se pueden evitar los calambres nocturnos y los dolores musculares en general.

En la mayoría de los casos los calambres nocturnos no son nocivos para la salud, se pueden aliviar y sobre todo prevenir a través de estiramientos y cambios en los hábitos cotidianos.

Las causas de espasmos son variadas, pero las principales están relacionadas con:

— Los movimientos (o la falta de ellos)

— La ingesta insuficiente o excesiva de ciertos nutrientes.

 

 

 En el primer grupo podemos dividir a los calambres en dos grupos:

• Aquellos que aparecen por hacer demasiado ejercicio o esfuerzos (por ejemplo, atletas que no estiran después de la rutina, o si hemos estado haciendo tareas domésticas fuertes todo el fin de semana).

 

 

•  También pueden aparecer por todo lo contrario: por quedarnos quietos varias horas al día (es el caso de los oficinistas o quienes tienen hábitos demasiado sedentarios).

 

 

Toma nota de las siguientes medidas de prevención:

— Hidratarse lo suficiente: No es un capricho cumplir con los 2 litros (mínimo) de agua por día. Con esta cantidad el cuerpo se hidrata y las células y órganos pueden trabajar como corresponde. Lo mismo sucede con los músculos, tendones y sangre.

 

 

Para evitar la deshidratación puedes optar también por consumir otros líquidos como, por ejemplo, las tisanas de hierbas y los jugos naturales.

 

 

En el caso de practicar actividad física o durante los días muy calurosos de verano se recomienda aumentar la dosis de agua diaria: 3 litros.

 

 

También puedes ingerir alimentos con mucho líquido como, por ejemplo, tomate, pepino y espinaca.

 

 

— Realizar estiramientos: No importa si practicamos deporte o no: siempre es bueno estirar los músculos, al menos, una vez al día, ya que de esta forma se pueden evitar los calambres nocturnos y los dolores musculares en general.

 

 

Se aconseja cumplir una rutina antes de dormir siempre teniendo en cuenta las posibilidades físicas de cada uno.

 

 

Siéntate en la cama, estira las piernas y desciende el tronco. El objetivo es que toques la punta de los pies con las manos (o lo más cerca posible).

 

 

— Hacer ejercicios: Aunque se trate de una caminata por el parque o pasear al perro algunas calles, puede ser suficiente para evitar los calambres. Andar en bicicleta, trotar o practicar yoga también pueden ser actividades muy útiles.

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