En el viaje de regreso de sus vacaciones en Mala, Suecia, Siv Poijo se encontró con un rebaño de renos y entre ellos un ejemplar completamente blanco.
Debido a la rareza del mamífero, se le considera un ser mágico, capaz de atraer la buena suerte. Aprovechó para fotografiar al animal antes de que este cruzara la vía.